
«Recuerdo una conversación en Tirso de Molina que tú acabas de sacar tu primer disco y yo estaba de trabajadora social. Y yo le dije a María (Rozalén): ‘No, tal, porque la música es un ‘hobby’…’ Y tú me dijiste: ‘¿Y por qué no la música es lo primero en vez de lo segundo?’«, recordaba María Pelae.
«Me dio ahí un clic, y me viene muchísimo a la cabeza. Creo que nunca te lo he dicho, así que gracias», confesaba también a modo de agradecimiento para la manchega, consciente de que aquella frase fue un punto de inflexión.
Instantes previos a la entrevista, ambas reflejaban también la sorpresa de verse en aquel momento: «Cuando estábamos a punto de salir aquí, nos hemos mirado y digo: ‘Esto es muy fuerte, tía. ¿Quién nos iba a decir hace tantos años, cuando cantábamos para cuatro, que entraríamos juntas a un plató«, comentaba Rozalén.
Ninguna de las dos imaginaba que podrían vivir de la música. Estudiaban carreras, trabajaban y soñaban con cantar como pasatiempo, incluso recordaban anécdotas como cantar en sótanos y llevar la guitarra en el hombro durante horas hasta llegar a sus primeros conciertos.