
Hace apenas unos años, dedicarse a la traducción podía ser sinónimo de estabilidad y buenos ingresos. Sin embargo, la irrupción de este tipo de sistemas automáticos capaces de traducir con precisión milimétrica y reinterpretando el contenido ha cambiado las reglas del juego.
«Antes podía ganar mucho y ahora nada. Estoy usando mis ahorros para vivir», ha confesado una profesional del sector en una entrevista reciente para Talent Match. Su historia refleja la incertidumbre que comienzan a vivir miles de traductores en todo el mundo por culpa de la IA.
@talentmatch.es La IA me ha quitado el trabajo #trabajo #ia #dinero #españa #barcelona ♬ sonido original – Talent Match
La entrevistada reconoce que la demanda de su trabajo se ha desplomado. Las empresas que antes contrataban a profesionales capacitados para desarrollar una tarea ahora apuestan por herramientas que hacen esa misma tarea en segundos ¡y a coste cero!
«Estoy esperando a ver si otra empresa de traducción me coge y si no realmente creo que voy a tener que cambiar totalmente de tarea«, admite, planteándose cambiar de sector por la falta de oportunidades laborales.
Lo que le ocurre a los traductores no es un caso aislado. Desde elEconomista.es recuerdan que, según un estudio de Microsoft, esta profesión es una de las más vulnerables: el 98% de sus tareas puede ser realizado por IA con éxito. Y aunque las compañías tecnológicas insisten en que la IA viene para complementar, no para sustituir, la realidad es que los despidos masivos en sectores como la traducción, la atención al cliente o la edición ya son una constante.
Los expertos advierten que estamos ante una transformación muy acelerada. La IA no solo está afectando a trabajos repetitivos, sino también a tareas cognitivas que requieren precisión y creatividad. Esto plantea un reto enorme: ¿cómo se adaptarán los profesionales? ¿Habrá tiempo para reciclarse antes de que la ola arrase con más empleos?
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