
La actriz, conocida por su participación en sagas como Fast & Furious y por su vida familiar junto al actor Chris Hemsworth, ha confesado que la separación de sus padres cuando solo tenía cuatro años fue un punto de inflexión en su vida. Hija única, Elsa vivió durante años una profunda sensación de soledad que influyó en su forma de ver el mundo.
«Puedo decir que tuve una infancia rota. Fue duro. Era hija única y lo pasé un poco mal», ha explicado la actriz en una entrevista con Fotogramas. Tras el divorcio de sus padres, vivió con su padre hasta los 14 años y más tarde se trasladó a vivir con su madre, una etapa de cambios que, según ha contado, contribuyó a que desarrollara un carácter fuerte, racional y perseverante.
Lejos de romantizar ese pasado, Elsa reconoce que aquellas vivencias la hicieron aprender a apoyarse en sí misma desde muy joven. «Soy muy cabezota y lucho hasta conseguir lo que quiero», ha afirmado, dejando claro que esa determinación fue clave para abrirse camino en una industria tan exigente como la interpretación.
En medio de esa infancia compleja, hubo una figura esencial: su abuelo materno, Mircea Medianu, actor rumano, que despertó en ella la pasión por la interpretación. Fue él quien la introdujo en el mundo del teatro y quien sembró la semilla de una vocación que acabaría llevándola a lo más alto.
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