
Un análisis llevado a cabo por el especialista en Gastroenterología, el Dr. Bulsiewicz, ha reavivado un debate sobre los efectos de la cafeína en la calidad del sueño y de la salud intestinal. El estudio, publicado en el International Journal of Molecular Sciences, revela que el consumo de cafeína puede provocar una privación crónica del sueño, lo que a su vez altera la microbiota intestinal.
Esta conexión entre descanso y salud digestiva ha sido subestimada durante años, pero ahora cobra protagonismo en el ámbito médico y nutricional.
Lejos de demonizar esta famosa bebida, el especialista propone un consumo más consciente. Una taza por la mañana puede ser incluso beneficiosa, pero sugiere evitarlo por la tarde o por la noche. «No tengo ningún problema en consumir cafeína por la mañana, en el café o en el té. Lo que yo sugiero es tener cuidado con el consumo en horas de la tarde«, señala.
Además, debemos tener especial cuidado de mezclar esta bebida con otras, como las alcohólicas. Según otro estudio de la Universidad de Washington, la combinación de cafeína y alcohol puede alterar la percepción del descanso, haciendo a muchos que no sean conscientes de su mala calidad de sueño.
No todo es malo, como hemos mencionado más arribe. El café, tomado en cantidades moderadas, ofrece beneficios: es antioxidante, mejora el rendimiento cognitivo y reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
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