
Según explica, lo primero que se debe tener en cuenta es que la única manera real de evitar o minimizar la resaca es reducir el consumo de alcohol. “Lo ideal es consumir la menor cantidad posible para que el hígado no se vea forzado a trabajar en exceso”, advierte. El hígado es el principal órgano encargado de metabolizar y eliminar el alcohol, y cuanto más se le sobrecargue, más graves pueden ser las consecuencias.
Frente a remedios caseros y estrategias dudosas, la doctora apunta a soluciones sencillas y eficaces: hidratarse bien y consumir alimentos ricos en agua y nutrientes, como frutas y verduras. El alcohol deshidrata y desequilibra los niveles de azúcar y electrolitos. Por lo que recuperar el equilibrio es fundamental para una mejor recuperación.
Uno de los mitos que más se ha extendido en los últimos años es el del uso de vitaminas para «prevenir» la resaca, especialmente las del grupo B, conocidas por mejorar el metabolismo y apoyar el funcionamiento hepático. Morales-Bibiloni aclara que si bien estas vitaminas ayudan, utilizarlas como excusa para beber más puede ser contraproducente. “Es una trampa peligrosa. Si el hígado tiene que depurar aún más tóxicos, su función se ve comprometida, y el daño puede ser mayor”, señala.
Además, recuerda que el efecto de las vitaminas es limitado, y que una ingesta excesiva de alcohol anula cualquier beneficio que puedan ofrecer. A modo de metáfora, compara el hígado con un salón inundado y las vitaminas con toallas: si el agua llega al cuello, por muchas toallas que se usen, no se podrá evitar el desastre.
La doctora también destaca el auge de bebidas destiladas en versión 0,0, que conservan el sabor del alcohol sin sus efectos tóxicos. Esta tendencia ofrece una alternativa interesante para quienes desean disfrutar sin poner en riesgo su salud.
Por último, hace una llamada de atención sobre el papel vital del hígado en nuestro organismo. “No solo filtra el alcohol, también depura medicamentos y otras sustancias tóxicas. Usar vitaminas como justificación para beber más no solo es ineficaz, sino peligroso”, concluye.
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