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Hijos y meriendas: diez recetas fáciles para alimentar a los más pequeños a media tarde

Ideas nutritivas, rápidas y pensadas para un día a día ajetreado

Preparar meriendas saludables para los niños puede convertirse en un reto cuando falta tiempo o ideas. Sin embargo, con ingredientes sencillos y combinaciones equilibradas es posible ofrecer opciones deliciosas, energéticas y adecuadas para su crecimiento.

Aquí te dejamos diez propuestas variadas, incluyendo una alternativa sin gluten que te ayudarán a resolver la merienda sin complicaciones y con mucho sabor.

Tortitas de plátano: rápidas y nutritivas para unas meriendas saludables

Las tortitas de plátano son una de esas recetas que nunca fallan. Solo necesitas un plátano maduro y un huevo para obtener una masa suave y dulce de manera natural. Se cocinan en pocos minutos y son perfectas para acompañar con fruta fresca o un poco de yogur. Además, resultan muy saciantes, lo que las convierte en una opción ideal para las tardes más activas.

Sándwich integral de aguacate y queso fresco

Esta combinación aporta grasas saludables, proteínas y fibra. El aguacate ofrece una textura cremosa que encanta a los niños, mientras que el queso fresco añade suavidad y un sabor suave. Si lo necesitas, puedes sustituir el pan sin gluten para adaptarlo a cualquier necesidad alimentaria.

Yogur natural con frutas y avena

Una merienda completa y equilibrada que combina lácteos, vitaminas y fibra. El yogur natural sin azúcar es una base perfecta para añadir fresas, plátano, arándanos o cualquier fruta de temporada. Además, si le añades avena les aporta aun más energía.

Magdalenas de avena y manzana para unas meriendas ricas y divertidas

Estas magdalenas caseras son una alternativa mucho más saludable que las industriales. La compota de manzana endulza de forma natural y la avena molida aporta fibra y textura. Son fáciles de preparar, se conservan bien y pueden congelarse para tener siempre una opción lista para llevar.

Palitos de zanahoria y pepino con hummus

Una propuesta fresca, ligera y llena de nutrientes. Los palitos de verduras son una forma divertida de fomentar el consumo de vegetales, y el hummus añade proteínas vegetales y un sabor suave que suele gustar incluso a los más pequeños.

Bolitas de avena y cacao

Estas bolitas son perfectas para llevar en un táper. Se preparan mezclando avena, cacao puro, crema de cacahuete y un toque de miel. No necesitan cocción y se conservan varios días en la nevera, lo que las convierte en una opción práctica para las semanas más ajetreadas.

Manzana asada con canela

Una alternativa dulce sin azúcares añadidos. La manzana asada se vuelve tierna y aromática, y la canela potencia su sabor. Puedes añadir un poco de yogur natural o frutos secos picados para completar la merienda.

Pudding rápido de chía

La chía es rica en fibra. Mezclada con leche o bebida vegetal, se transforma en un pudding cremoso en pocos minutos. Añade fruta fresca o un chorrito de miel para darle un toque especial.

Mini quesadillas sin gluten

Para quienes necesitan evitar el gluten, las tortillas de maíz 100% son una excelente alternativa. Rellénalas con queso y jamón de pavo y dóralas en la sartén. En apenas unos minutos tendrás una merienda caliente, sabrosa y apta para celíacos.

Las meriendas más fáciles: brochetas de fruta

Una forma divertida y colorida de presentar la fruta. Combina uvas, fresas, kiwi, plátano o cualquier fruta que tengas en casa. Puedes acompañarlas con yogur natural para mojar y hacer la merienda aún más completa.

Ofrecer meriendas saludables no tiene por qué ser complicado ni requerir demasiado tiempo. Con ingredientes básicos y un poco de planificación, es posible preparar opciones variadas, nutritivas y atractivas para los niños.