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La bonita historia detrás del vestido rescatado de la DANA lleno de barro que la Reina Letizia ha lucido en dos ocasiones

La propietaria de la tienda lo hizo llegar a Zarzuela, donde lo limpiaron y prepararon

Francis Mandingorra es la propietaria de Aloha, una tienda de ropa situado en la localidad valenciana de Benetússer que desgraciadamente quedó completamente arrasada por la DANA y que, sin embargo, ha protagonizado una bonita historia con la Reina Letizia. Una historia que ahora sale a la luz y que, como ella misma reconoce, supone un gran impulso para ella. Una bonita historia detrás de la cual está un vestido rescatado de la DANA lleno de barro.

Concretamente uno de los vestidos que Francis tenía a la venta en su tienda cuando llegó la riada. Y decimos tenía, porque ahora es la monarca la que lo guarda en su vestidor por petición expresa de la Casa Real, donde le quitaron el barro y lo dejaron impecable para que lo luciera la Reina, después de que esta prometiera que no se olvidaría de los afectados por la DANA.

La esposa de Felipe VI ya ha llevado la prenda en dos ocasiones. La primera precisamente durante el funeral por las víctimas de la DANA celebrado el 9 de diciembre en Valencia y la segunda el pasado 6 de marzo, cuando acudió al Auditorio Nacional de Música de Madrid, al XXIII Concierto ‘In Memoriam’ Víctimas del Terrorismo, junto al Rey. 

Así llegó el vestido de la Reina Letizia a Zarzuela

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Mandigorra, la propietaria de la tienda ha explicado en varios medios que fue Eva Fernández, estilista de la Reina, quien contactó con ella vía redes sociales después de ver una entrevista de la propietaria para un canal argentino. «No le hicimos caso», dice entre risas, y añade: «Nos llamaban de tantos sitios que era una locura. Como insistió mucho, al final la llamé yo». Fue entonces cuando Fernández le contó que su majestad quería ayudar a los afectados por la DANA y días después escogió varias prendas para ella mediante videoconferencia, entre las que seleccionó el vestido negro.

Las prendas llegaron a Zarzuela llenas de barro y allí «lo llevaron a sus propias lavanderías de la Zarzuela, me los enseñaron limpios y ya le ajustaron el vestido elegido. Los demás que no seleccionaron, me los devolvieron», explica llena de gratitud a la Reina y a su estilista.