Según una encuesta elaborada por Tinder, el 85% de los solteros coinciden en pensar que una primera cita bien planificada aumenta las probabilidades de una segunda cita. Esto nos lleva a pensar que las primeras impresiones no solo importan en la persona, sino también en el momento.
Elegir un buen plan para una cita es clave porque marca el tono de todo el encuentro. No se trata solo de impresionar, sino de crear un ambiente donde ambos se sientan cómodos y puedan conectar de verdad. Un plan original rompe la rutina y evita esas conversaciones forzadas que suelen pasar en lugares demasiado típicos. Además, demuestra interés y creatividad, lo que siempre suma puntos. Al final, lo importante es que el plan invite a reír, hablar y compartir momentos que se salgan de lo común.
Vale, no es una idea muy original, pero en tu mano está ponerle un toque personal. La primera regla para un picnic perfecto es que la comida sea casera y con detalle. Da igual que sean unos filetes empanados, ponlos en un tupper bonito o con parmesano por encima ¡y listo!
Otra de las claves es la bebida; hazte con un vino o champagne suave, en caso de que tu acompañante quiera o pueda tomarlo. También esmérate en que el mantel sea adecuado (no, no tiene por qué ser de cuadros). Pero lo más importante es el lugar; elige unas bonitas vistas o un punto tranquilo e íntimo.
Si no eres de terrazas atestadas o lugares cerrados y tu cita tampoco, está claro. Tenéis que hacer una visitilla a la montaña para limpiar vuestros pulmones y charlar sin temor a interrupciones. Para ello, elige un sitio imponente pero sencillo, sin muchas complicaciones.
Antes de nada, asegúrate de que tanto tú como tu pareja tenéis el equipo adecuado para hacer senderismo y, sobre todo, tened en cuenta las horas de salida a la ruta, ya que lo ideal sería alcanzar el pico más alto en el momento del atardecer.
Lo mejor de este plan no es solo el destino, sino el proceso. Mientras llegáis a la meta, podéis conversar y conoceros a la vez que practicáis ejercicio y disfrutáis de la naturaleza. ¡Punto doble!
Muchos piensan que las entradas de cine son demasiado caras, pero suele haber ofertas periódicas, como la Fiesta del Cine (suele ser en noviembre y abril) o el ‘día del espectador’ (los miércoles), cuando los tickets están a precio reducido.
Lo mismo ocurre con el teatro, ya que siempre hay espacios o títulos más modestos que no te saquean el bolsillo. Una buena opción es el microteatro. ¿Ventajas de esta propuesta? Que si te quedas sin temas de conversación con tu acompañante —o simplemente no hoy mucho feeling—, siempre podéis debatir sobre la película u obra que acabáis de ver. ¡No falla! n
El plan de ‘peli, sofá y mantita’ no falla. Si además le añades un vinito y comida divertida, tienes un plan 10. Para empezar, estás actuando en tu propio terreno, lo que te dará un chute extra de confianza y comodidad.
A ese plan casero le puedes añadir un extra: juego de preguntas. Si aún os estáis conociendo, puedes tirar de un juego típico de preguntas para profundizar en vuestra relación. En Cadena Dial te proponemos algunas muy originales.
Revive un poco de tu infancia (bueno, dependiendo de la generación a la que pertenezcas) en una sala de recreativos. Allí únicamente gastas lo que quieras gastarte, es decir, en lo que vayas a jugar.
Es ideal para echarse unas risas y medir la complicidad con tu cita, además de poder comprobar su nivel de competitividad y habilidades en el ocio.
Se suele decir que se puede saber cómo es una persona en la cama por cómo baila. Pero también se dice que a una persona se la puede conocer por cómo cocina y, como todos sabemos, el corazón no es el único órgano que hay que conquistar, también está el estómago.
Por eso, el plan perfecto es asistir juntos a un taller de cocina temática: sushi, pasta, repostería… Además de aprender trucos nuevos, podrás charlar con tu compañero/a entre fogones y comprobar vuestra camaradería entre receta y receta.
Estés donde estés, asegúrate de saber qué tipo de comida le chifla a tu cita y sácale partido. Propón una ruta gastronómica de ese plato o bebida —hamburguesa, croquetas, pizzas, gildas, vermut, vino, queso…— por tu ciudad y recorred varios locales. La única regla es probar sitios diferentes y pedir solo ese plato o consumición.
Además, en cada local que visitéis, podéis proponer un tema de conversación distinto.
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