
Con Miss Sánchez, la artista dejó atrás la imagen ligada a las baladas para entrar de lleno en una etapa más arriesgada, llena de ritmos bailables y una producción moderna.
El primer adelanto del álbum, Superstar, no tardó en llamar la atención. Más allá de la potente interpretación vocal de Marta, había algo imposible de pasar por alto. Se trataba de una melodía familiar que muchos reconocieron desde el primer compás. La base melódica del tema no era creación propia, sino una recuperación directa de Just Can’t Get Enough.
Just Can’t Get Enough se convirtió en un éxito inmediato para Depeche Mode gracias a su inconfundible melodía electrónica, compuesta por Vince Clarke. Aquella ligereza de sintetizadores, el optimismo melódico y el ritmo contagioso consolidaron el tema como uno de los clásicos más bailables de los años 80.
Para muchos, la operación no se interpretó como un plagio, sino como un homenaje. En diversas entrevistas Marta había expresado su admiración hacia Depeche Mode, convirtiendo Superstar en un auténtico puente entre generaciones y estilos.
Las reacciones no se hicieron esperar. Algunas personas subrayaron lo evidente del guiño musical y destacaron que Superstar evocaba desde el primer instante la melodía de Just Can’t Get Enough. En 2007, un artículo de la revista Jenesais Pop señalaba con humor que el parecido era tan directo que resultaba imposible no reconocer la referencia desde los primeros compases.
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