
Lo que parecía una pausa temporal se convirtió en un largo periodo de silencio. Durante tres años, Soler fue incapaz de subirse a un escenario. El miedo, la ansiedad y la presión que la rodeaban terminaron por afectar su salud mental. “El transcurso de la vida te da lecciones, esto es lo que la vida te enseña. Mis crisis las he tenido cuando la artista había ganado a la persona”, reconoció en el podcast ‘Estirando el chicle‘, conducido por Carolina Iglesias y Victoria Martín.
Pastora Soler rememoró cómo vivió aquellos años oscuros en los que llegó incluso a desmayarse a causa del pánico. El escenario, antes su lugar seguro, se transformó en una fuente de angustia incontrolable. En medio de esa crisis, decidió parar. “Cuando hice el comunicado, sola en casa, era mi verdad. Me desnudé. No sabía el alcance de mis palabras ni el revuelo que se armaría”, contó. Fue un gesto valiente, en un momento en el que aún no se hablaba abiertamente de salud mental en el mundo del espectáculo.
La cantante reconoce que le ha llevado años aprender a decir “no” y priorizar su bienestar por encima de la inercia del éxito. “Estos últimos años, me enorgullezco mucho al decir ‘no’. Me ha costado la vida decir que no. Es como una película, al final te dan la vuelta y te ves que estás diciendo que sí, te arrepientes. No te apetece”, expresó.
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