Los conciertos de Melendi siempre traen alguna sorpresa. En medio de su gira, el cantante decidió rendir tributo a Extremoduro, una de esas bandas que marcaron su juventud. No fue una simple versión, fue un momento de conexión entre dos mundos musicales destinados a encontrarse.
Todo arrancó con unos versos inolvidables de So payaso: «So cretino y me tiemblan los pies a su lado / Me dice que estoy descolorío / Empiezo a pensar…«. La gente ya coreaba el clásico de Robe Iniesta cuando Melendi frenó en seco para soltar un grito que encendió al público: «¡Arriba Extremoduro!«. Y justo ahí, la banda se lanzó con la instrumental de Arriba Extremoduro, tema que forma parte de su disco Mientras no cueste trabajo (2006).
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El gesto no fue gratuito. Melendi lleva toda la vida reconociendo que Extremoduro fue uno de sus grandes referentes. Ese tributo en directo es su manera de decir «gracias» a la banda que le inspiró a no edulcorar sus letras. La fusión de ambos temas hizo que el público pasara de la sorpresa a la euforia.
La letra de Arriba Extremoduro siempre fue una declaración contra lo superficial en la música. Con frases como «Ya no quedan canciones como las de Extremoduro» o «No queremos canciones que digan que nos sobra el amor«, Melendi ya dejaba claro hace casi 20 años que su apuesta era la de canciones sinceras, directas y con calle.
Pero si hablamos de referentes, no todo es Robe Iniesta. Melendi nunca ha escondido su fanatismo por Joaquín Sabina. En 2005 incluso le dedicó una canción a su ídolo, Como dijo el Rey, en la que cita algunas de sus frases más célebres: «Y cosiendo su alma rota / La fue dando por perdida / Como dijo el rey Sabina«.
El tema está cargado de guiños a la poesía canalla de Sabina y bebe directamente del espíritu de clásicos como 19 días y 500 noches. Una muestra más de que Melendi siempre se ha nutrido de quienes rompieron moldes antes que él.
Al final, ese «¡Arriba Extremoduro!» fue más que un grito. Fue un recordatorio de que, aunque pasen los años, Melendi sigue buscando la autenticidad sobre todas las cosas. El asturiano demostró que hay canciones que nunca mueren.
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