
Cabe recordar que, durante el tradicional besamanos en el Palacio Real de 2023, la princesa Leonor protagonizó un momento entrañable. Uno de sus compañeros cadetes de la Academia Militar de Zaragoza, Miguel Reinoso Lozano, se dirigió a ella con un «Qué guapa estás, Borbón».
Ella reaccionó con una sonrisa tímida y sus padres no tardaron en compartir ese instante de complicidad con miradas y risas discretas. Este tipo de gestos espontáneos, lejanos del protocolo estricto, suelen difundirse rápidamente en redes sociales, y en esta ocasión no iban a ser menos. Un momento de cercanía propagado por todos lados.
Pero este no fue el único momento que se hizo notar la presencia de la Princesa Leonor. En la edición de 2024, tras el izado de la bandera, el Rey corrigió con discreción a su hija cuando ella casi avanzaba al mismo paso que él, recordándole el ritmo marcado por el protocolo.
En esa misma ceremonia tanto el Rey como la heredera bajaron de la tribuna para depositar una corona en homenaje a los caídos. Leonor escoltó a su padre, pero lo que llamó la atención fue la cercanía mostrada hacia el exdiputado Miguel Rodríguez de Miñón, quien tenía dificultades de movilidad. Tanto los Reyes como la Princesa abandonaron su puesto momentáneamente para acercarse a él.
2025, además, ofrece varios rasgos destacados. Es la primera vez desde 2020 que los cuatro miembros de la Familia Real participan juntos en los actos oficiales.
La infanta Sofía hace su estreno en la recepción del Palacio Real, acto al que no había asistido en ediciones anteriores por cuestiones académicas. Leonor, por su parte, vistió el uniforme de gala como alférez del Ejército del Aire, mientras que el Rey lució el uniforme de la Armada, buscando nunca coincidir con su hija en el atuendo militar.
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