
En el pop español hay intros que han pasado a la historia precisamente por eso, porque cuando suenan todos sabemos el estribillo que viene después.
El inicio de esta Devuélveme a mi chica de Hombres G es reconocible al instante gracias a su riff de guitarra eléctrica , directo y pegadizo. Acompañado de una batería bien marcada, refleja la energía que quería transmitir la famosa banda en los 80.
Trataban de preparar al oyente para escuchar una historia de desamor contada desde el humor y la actitud tan característica de David Summers.
En Maquillaje, Mecano abre la canción con el famoso sonido del sintetizador de Nacho Cano en un ritmo repetitivo. Un sello tecno-pop que marcó al público español de la época, que refleja modernidad.
Es una secuencia que funciona como gancho instrumental antes de que entre la suave voz de Ana Torroja, mientras la percusión se va formando de manera progresiva.
En 20 de enero, La Oreja de Van Gogh nos hace recordar todos los años ese día gracias al arranque con campanas suaves combinadas con teclados melódicos. Un detalle sonoro que capta la atención desde el primer segundo.
Poco a poco se suman nuevas capas instrumentales a la canción con un ritmo contenido que consigue crear un ambiente reconocible. Este prepara de forma natural la entrada de la voz de Amaia Montero y la narración de un reencuentro especial.
Tu enemigo destaca por tener al principio un piano suave y una entrada de voz pausada, que van marcando poco a poco el ritmo de la canción desde el comienzo.
La instrumentación es sencilla a la vez que progresiva, dejando que la melodía principal se escuche con claridad antes de que se sumen las voces de Pablo López y Juanes.
La intro de Bulería es pura explosión para el oyente. Rasgueos de guitarra española, palmas y percusión asociada al flamenco. Desde los primeros segundos de la canción, te transporta al ambiente de un tablao propio de la Andalucía a la que pertenece David Bisbal.
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