
De hecho, hay un tipo de grano (o más bien una zona concreta de la cara) que pueden representar un grave riesgo para la salud. Se trata de aquellos granos que están en el conocido como «triángulo de la muerte», una zona en la cara que se extiende desde el puente de la nariz hasta las comisuras de los labios.
Lo que hace que sea una zona crítica es su conexión directa con estructuras intracraneales a través de venas faciales que carecen de válvulas. Esto permite que una infección pueda propagarse rápidamente hacia el seno cavernoso, una estructura venosa situada en la base del cráneo.
Su conexión prácticamente directa con el cerebro es lo que le da el punto trágico al nombre de ‘triángulo de la muerte’, pues una infección en un grano puede complicarse y terminar causando «complicaciones que pueden llegar a ser mortales«, tal y como señala Yolanda Gilaberte, presidenta de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), a La Voz de Galicia.
Entre las consecuencias más graves que se pueden desencadenar se encuentran la trombosis del seno cavernoso, meningitis, sepsis o celulitis facial. Si bien el dermatólogo Eduardo Fonseca señala para el mismo medio que era algo más común antes. «Hoy en día, con los antibióticos y demás, es más raro. Es una posibilidad remota, en general«, sostiene.
La mejor estrategia para tratar los granos de la cara es la prevención. Es decir, hidratar correctamente nuestra piel y llevar una alimentación saludable para evitar que nos salgan granos. Aún así, a veces es inevitable.
En ese caso, si los granos ya han hecho su aparición oficial en tu rostro, la recomendación médica es clara: no manipularlos. Por supuesto, evita también seguir todo tipo de consejos que veas por Internet: nada de echarte pasta de dientes sobre ellos o ponerte bolsas de té. Esto puede incluso llegar a empeorar su aspecto.
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