
El estudio “Impacto emocional de la música generada por IA frente a la compuesta por humanos en los medios audiovisuales: un estudio biométrico y de autoinforme” analizó la respuesta emocional de 88 participantes mientras visionaban contenidos audiovisuales acompañados por tres tipos de música: composiciones humanas, música generada por IA con indicaciones sofisticadas y otra con instrucciones más simples basadas en parámetros emocionales.
Los investigadores registraron múltiples indicadores fisiológicos como la dilatación de la pupila, la frecuencia de parpadeo y la respuesta galvánica de la piel, utilizados para medir la activación emocional y la atención. Además, los participantes completaron cuestionarios subjetivos sobre su experiencia emocional.
A pesar de estas respuestas fisiológicas intensificadas, los niveles de valencia emocional (la cualidad positiva o negativa de una emoción) se mantuvieron similares en las tres condiciones. Es decir, los participantes no sintieron emociones más positivas o negativas con la IA, pero sí experimentaron una mayor excitación. En cambio, la música compuesta por humanos fue percibida como más familiar, un factor que influye habitualmente en la conexión emocional.
El estudio fue desarrollado por un equipo internacional de investigadores: Nikolaj Fišer (Universidad de Ljubljana y Universitat Autònoma de Barcelona), el doctor Miguel Ángel Martín-Pascual (RTVE Instituto) y la doctora Celia Andreu-Sánchez (UAB e Instituto de Neurociencias). Su objetivo común era el de explorar si la tecnología puede igualar o incluso superar ciertos niveles de respuesta emocional tradicionalmente asociados a la creatividad humana.
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