Papada a raya con el truco de la cuchara helada de esta influencer

Practicarlo cinco minutos al día será suficiente

Ana Más

La influencer experta en moda y belleza, Lucía Lipperheide, parece tenerlo claro: «todos tenemos papada«, dice refiriéndose a esa capa de tejido graso situada entre el mentón y el cuello. Pero para la experta, el problema es cuando la piel empieza a descolgarse, la musculatura se relaja y empieza a verse más. Algo en lo que, además de la edad, pueden influir otros factores como el sobrepeso y las malas posturas que pueden debilitar cuello y barbilla. Hoy hablamos del truco de la cuchara helada.

Lipperheide habla de algunos trucos de maquillaje para disimular la papada, pero también de algunos ejercicios que pueden ayudarnos a reducirla, o al menos a evitar que esa zona del cuello se relaje demasiado.

«Qué manía con que se caiga todo y más con el paso de los años… ¡que rabia por favor! No me digáis que no tengo papada o patas de gallo que he aprendido a disimular todo con el maquillaje, y aunque no tenga mucho, ¡¡las tengo!!«. Así comienza el vídeo en el que la influencer da algunos consejos de ‘yoga facial’ para evitar tener patas de gallo y papada.

Una cuchara helada, crema hidratante y cinco minutos

 

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El ejercicio que propone es de lo más sencillo y para hacerlo solo necesitamos una cuchara sopera helada y un poco de crema hidratante. Bastará con meter la cuchara en el congelador diez minutos o tener dos o tres preparadas para ir cambiándolas conforme las usemos. Además, necesitaremos una crema facial hidratante, que la influencer recomienda que sea con certificación natural o ecológica reconocida, para evitar químicos y tóxicos.

El truco es de lo más sencillo, solo tenemos que aplicarnos la crema con un ligero masaje por la zona del cuello y de la papada, después pasar la cuchara fría desde la base del cuello hacia arriba y realizando movimientos circulares en los laterales del cuello. Y es que «la mezcla de la cuchara fría y la crema hidratante ayuda a reducir la flacidez», afirma la experta.

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