
Todo ocurrió cuando Pablo Motos relató, entre risas, una anécdota en un restaurante de alta cocina. El presentador confesó que, al sentirse indispuesto, pidió cambiar el menú degustación de 27 platos por un caldo de pollo.
«El camarero empezó a decirme: ‘Pero, ¿usted sabe lo que ha hecho? Que es que ya está todo preparado. El chef ya ha preparado su menú‘. Yo solo podía pensar que si lo que quería era que me lo comiera y me muriese». Y lo comentó el presentador con tono irónico, algo que sorprendió a todos en la mesa de tertulia.
Lejos de dejarlo pasar, la hija de Isabel Preysler decidió intervenir. Tamara Falcó, formada como chef en Le Cordon Bleu, le lanzó una comparación directa: «Te lo voy a poner de otra forma, te lo voy a poner en tu programa. ¿Qué pasa si llega el invitado y te dice: ‘Es que a mí lo que me divierte no son las hormigas, es bailar aquí una jota’«.
Con este ejemplo, quiso subrayar la importancia de respetar el trabajo y la preparación que hay detrás de un menú de ese nivel. La respuesta, pronunciada con sinceridad pero sin titubeos, desató la reacción inmediata del público, entre aplausos y gestos empáticos.
Incluso Cristina Pardo y Nuria Roca se sumaron a la conversación, sorprendidas por la ocurrencia del presentador al pedir algo tan simple. «Debería estar prohibido. Pues no vayas, o pide alguna tortilla», explicó Cristina.
Mientras, la mujer de Juan del Val añadió: «tú te vas a un restaurante normal que les pides que te cambien las verduras por patatas y no acceden».
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