Pura química. Solo necesitas un poco de hielo y sal. Las leyes de la termodinámica harán en resto
120 segundos para enfriar una lata, por ejemplo, que esté a temperatura ambiente. ¿Parece increíble, verdad?
La mecánica es la siguiente:
Introduce la bebida en un recipiente en el que previamente habrás echado el hielo.
A continuación añade una cucharada sopera de sal.
Dale un par de vueltas a la lata para intentar que la sal se disuelva y pon el cronómetro en marcha. ¡2 minutos!
¡Prueba ahora!
¿Está fría verdad? Has conseguido que la temperatura de la lata descienda 15 grados en 120 segundos!
¿Cómo lo has logrado? La segunda ley de la termodinámica lo explica: “dos sustancias con diferentes temperaturas alcanzan el equilibrio térmico entre ellas”.
La mezcla de la sal y el agua produce una reacción endotérmica –que absorbe energía– de tal forma que, una vez disuelta, la sal absorberá el calor de la lata de tal forma que el frío de los hielos pasará más rápido al recipiente que está a temperatura ambiente.
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