Enamorarse ¿Te dicen que exageras cuando sueltas un «te quiero» a los dos días de conocer a una persona? A partir de ahora ya podrás callarles la boca. ¿Cómo? Con un sencillo «la ciencia me da la razón». Y es que varios estudios aseguran que Cupido puede atravesarnos el corazón en menos de lo que canta un gallo.
Quizá la luz alcance más velocidad que su flecha, incluso un mero pestañeo o respirar, pero pocas cosas más podrán hacerle la competencia. Enamorarse a primera vista no es una utopía, sino cuestión de segundos.
Los científicos han encontrado en este sentimiento universal un filón para investigarlo todo sobre el concepto que mueve al ser humano: el amor. Tras profundizar en él, los expertos han determinado que para sentir ese cosquilleo que se propaga del estómago a todo el cuerpo no necesitamos cocinar las emociones a fuego lento.
¡En menos de diez segundos!
¿Cómo han llegado a esta conclusión? A través de un estudio que se efectuó en varias universidades, cuya muestra incluía voluntarios de varios entornos, además de edades diferentes. No solo se trata de una afirmación, sino que esta teoría viene acompañada de una cifra: nada más y nada menos que 8,2 segundos. Es decir, puedes enamorarte en un tiempo récord, el mismo que tardas en echar la llave a la puerta de casa, encender el móvil, ponerle la correa al perro o remover el café. ¿Qué te parece?
Esta investigación asegura también que los hombres son más proclives a hacerlo. Mientras tanto, las mujeres, según este estudio, necesitan valorar otros condicionantes para experimentar ese primer impulso, con lo que estarían menos dispuestas en primera instancia.
Parece irreal, ¿no es cierto? De hecho, esta máxima se refiere al amor a primera vista del que hablábamos, por lo que en este caso se valoraría simplemente el aspecto físico y la «química». Luego, por supuesto, todo se puede torcer. Por lo tanto, esta teoría rechaza de pleno esa apasionada época de seducción que todos echamos de menos tres años después; las conversaciones nocturnas por whastapp, el pasteloso «no, cuelga tú», la primera película que veis en el cine y el primer paseo por el parque dándole patadas a las hojas en otoño.
La complicidad no se consigue en esos 8,2 segundos, de eso estamos seguros, sino que se amasa mientras se van generando experiencias que propician que la otra persona caiga rendida a tus pies. Ese proceso lleva su tiempo, pero no tanto como el que quizá pensabas. De hecho, hay estudios que van más allá de ese enamoramiento a primera vista y en los que se concluye que somos capaces de sentir amor (sí, como lo estás leyendo, «sentir») en una hora.
Es decir, que en lo que dura el capítulo de tu serie favorita podrías encontrar a la media naranja que llevas buscando toda tu vida y compartir casa al día siguiente. Así que ya tienes excusa para decirle a tus amigos que no, que no te estás precipitando cuando reciben la invitación a tu boda con esa pareja con la que llevas una semana.
En resumen, según los científicos, no tienen por qué ser necesarios esos meses de conocimiento de la otra persona, sino que a veces el amor sucede ¡y ya! Esto viene a corroborar que no hay nada en el mundo más complicado que el enamoramiento. Ah, y que la ciencia ha de aplicarse más en este tema si quiere darnos respuestas contundentes. Aunque tratándose de sentimientos, resulta lógica la confusión. El amor es así, imprevisible.
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