Los récord Guinnes más raros: coge los tacones y corre

Redacción Cadena Dial

Si no eres una eminencia, ni un empresario de éxito, ni un deportista capaz de hacer sombra a Messi o Cristiano Ronaldo, pero tienes sed de notoriedad, estate al loro.

Solo tienes que darle un poco al coco, idear un récord absurdo y ponerte en contacto con Guinnes, el libro de los récords. También tienes otra opción: la de buscar un récord que ya exista e intentar batirlo.

Chasquidos

En este mismo ejercicio de 2017, un joven universitario de Japón ha conseguido batir el registro mundial de chasquidos con los dedos.


El autor de la hazaña ha sido Satoyuki Fujimara, quien con sus 296 chasquidos ha pulverizado la marca de 278 establecida hace 8 años por el sueco, Jens Gudmansen.

Coge los tacones y corre

Tú también puedes intentar batir algún récord vigente. ¿Te ves capaz de superar el registro de la plusmarquista mundial de los 100 metros lisos recorridos a toda velocidad con tacones?

Se trata de una marca que actualmente está en posesión de la alemana Julia Plecher. Por el momento, nadie ha podido superar sus 14,53 segundos.

Pero si te compras unos buenos tacones y te dedicas a entrenar en serio, ¿quién sabe lo que puede pasar?

Rotonda con mortero

Mucho más tiempo que los 14,53 segundos de Julia Plecher  y sus tacones se necesitaron para construir la escultura que adorna una rotonda del pueblo de Macael, en Almería.

El 28 de marzo de 2015 fueron medidos oficialmente el mortero y la maza más grandes del mundo. El mortero mide 3,29 metros de alto y su diámetro es de 3,07 metros. La maza alcanza una longitud de 4,73 metros.

Mirarse el ombligo

También hay récords bendecidos por Guinness, que están presididos por el mal gusto y que son propios de personas de dudosa estabilidad emocional.

Es el caso del australiano Graham Barker, un tipo que desde 2010 tiene el extraño honor de ser la persona en el mundo que ha cosechado más pelusilla de su propio ombligo.

Semejante estatus ha sido posible después de muchos años de entrega a la causa.

Guinnes le reconoció oficialmente su hazaña después de que presentara tres frascos llenos de pelusilla.

Fue el premio a la constancia, a 26 años de escatológica recolecta que, al parecer, Graham realiza todas las noches antes de tomar un baño de agua caliente.

Debe ser lo más parecido al algodón que hay en su cuarto de baño.

Bocata de jamón

Algo mucho más agradable es lo ocurrido hace unos días en Valdeverdeja (Toledo), donde el pasado 16 de agosto se elaboró el bocadillo de jamón más grande del mundo.

Más de medio kilómetro de bocadillo de jamón con tomate, 573 metros.

Para su preparación fue necesario utilizar 110 kilos de jamón serrano y 1300 barras de pan. Además, 20 litros de aceite de oliva y 40 kilos de tomate.

Dar aplausos

El estadounidenses Eli Bishop tiene desde 2014 el reconocimiento oficial de ser la persona capaz de dar más aplausos.

Que se sepa, nadie en el mundo ha conseguido dar tantos como él. Cuando dejó quietas sus manos ya había aplaudido un total de 1020 veces.

Atrévete a desafiar a la lógica

Así que ya lo sabes, si deseas notoriedad, no desesperes. Cavila, piensa qué puedes hacer, algo que todavía no se haya realizado.

O repasa las muchas locuras que aparecen registradas en las distintas ediciones del libro Guinnes. Analiza si estarías en disposición de batir esos registros. Por ejemplo, el del número de camisetas o de calcetines que eres capaz de ponerte. A lo mejor, con un poco de entrenamiento, consigues pasar a la posteridad.

 

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