¿Ponemos primero el apellido de mamá?

Redacción Cadena Dial

Aproximadamente unos 23.000 niños en nuestro país llevan el apellido de la madre en primer lugar, según los datos que aportan los principales Registros Civiles en nuestro país. En los últimos años se está empezando a notar la tendencia de anteponer el apellido materno.

Tras la reforma en el Registro Civil, se establece que los papás deben ponerse de acuerdo antes de que transcurran tres días para recoger el apellido que se estipule. En caso de que no haya conformidad en el acuerdo, se debe tener en cuenta el interés superior del menor.

No obstante, los extranjeros que residan en España no se pueden beneficiar de la modificación que recoge la ley, y se debe aplicar la posibilidad que contemple el país de origen, y solo aplicar dicha normativa si cabe la posibilidad de decidir el orden de los apellidos.


¿Mueren las tradiciones?

¿Consideras que con esta normativa dejamos atrás las tradiciones españolas? ¿Realmente, esta ley puede tener un carácter progresista y apelar a la igualdad que muchos sectores de la población femenina han defendido? Los interrogantes son varios a una modificación en la que el tiempo nos dirá cómo actuar.

El pasado 30 de junio entró en vigor la nueva normativa, aunque cabe destacar que el apellido paterno continúa siendo el elegido de forma mayoritaria por cualquier progenitor. Por lo tanto, esta tradición continúa prevaleciendo en España.

Se han necesitado hasta tres prórrogas en un periodo de seis años y una enmienda para que el apellido del padre, finalmente, dejase de ser el preferente por defecto al realizar la inscripción de los recién nacidos.

Además, de invertir el orden de los apellidos, la norma también permitirá anteponer la preposición «de» al primer apellido o incluir conjunciones como «y» o «i» entre los apellidos; así como adecuar al español la fonética de apellidos extranjeros.

Los progenitores han valorado de forma positiva esta reforma legislativa; aunque es bien cierto que desde el año 2000 se permitía bajo un acuerdo previo y solicitud de ambas partes. Sin embargo, la novedad ahora, después de más de diecisiete años, es que la falta de consenso no supone una preferencia por el apellido del padre.

Por otra parte, cabe el escepticismo con el cambio de la nueva ley. Para algunos no deja de ser una tontería porque da lo mismo el orden. E incluso se dejan llevar por si suena mejor o peor, para colocarlo antes o después del nombre elegido.

¿Cómo operan el resto de países?

Francia y España se puede decir que se dan la mano, porque en ambos casos los padres eligen los apellidos que quieren que su hijo lleve y en qué orden. En Portugal sucede algo parecido, donde se puede escoger también los apellidos del padre, madre o ambos.

En países como Suiza donde solo se registra uno, también ha ido cambiando la tendencia. Hace unos años, la ley se modificó para que las parejas pudiesen elegir el apellido que deseaban para sus hijos. Algunos han optado por un apellido compuesto que se une con un guion, algo que es posible también en Alemania.

Si nos vamos a Suecia, cabe destacar que impera el apellido materno. Aunque, los padres también pueden elegir el nombre, normalmente se registra mayormente el de la madre.

En resumen, podemos decir que esta nueva ley puede convertirse en un paso hacia la igualdad al permitir conservar los apellidos maternos y evitar, incluso, combinaciones que puedan ser malsonantes. Obviamente, al abrir este abanico de posibilidades, la probabilidad de conflicto se incrementa en cualquier ámbito, máxime porque dicha elección será la que acompañe al nombre de los sucesivos.

MÁS SOBRE: