La vida del estudiante es muy dura, lo sabemos. Tus hijos llevan todo el año levantándose temprano y se han ganado un merecido descanso al que no van a renunciar fácilmente. Sin embargo, deben hacer una serie de deberes para conseguir incorporarse al próximo curso sin problemas. Te contamos cómo puedes ayudarles, ¿nos acompañas?
Consejos prácticos para conseguir el éxito
Está demostrado, los niños que hacen los deberes obtienen mejores calificaciones. Si bien es complicado que tus hijos sigan estudiando, debido en parte al sinfín de actividades divertidas que tienen a su alcance, no has de rendirte. Eso sí, recuerda que:
– Los deberes no son una obligación. Los expertos dejan bien claro que se trata de una recomendación para que los niños no pierdan el hábito de estudio, pero no niegan que varias semanas de desconexión son altamente positivas para los más pequeños.
– Analiza el tipo de deberes que han de realizar. En ocasiones, no dejan de ser «más de lo mismo», por lo que se produce un lógico rechazo. Es decir, es mucho más conveniente que aborden materias que no se han dado en clase y que estas supuestas obligaciones estén más relacionadas con leer un buen libro o con participar en actividades en común con otros niños, en lugar de seguir adelante con una rutina poco adecuada.
– Los cuadernos de vacaciones admiten una segunda lectura. En no pocas ocasiones los profesores exigen que se completen en su totalidad. Ten en cuenta que cada actividad puede ser una fuente de creatividad más que interesante. Lee el ejercicio que deben hacer, anímales a que lo hagan y piensa en algo que tenga relación con el mismo que deberán desarrollar, ya sin libros delante.
– Incorpora los deberes a la rutina de tus hijos. No se trata de hacerles un horario detallado, pero sí de aprovechar algunos días para que hagan los deberes con cierta ilusión. Por ejemplo, les puedes anunciar que si los hacen correctamente, el sábado les llevarás al cine, a la playa o a ese restaurante donde tanto les gusta comer.
La tecnología, tu fiel aliada
A buen seguro, tus hijos dominan todo tipo de dispositivos electrónicos. Básate en esta característica para conseguir que vean, por ejemplo, vídeos en Youtube en inglés o contenidos relacionados, de alguna manera, con sus deberes. Lo mismo puede suceder con cualquier película que puedan ver en televisión que siga un poco la línea argumental de lo que acaban de aprender haciendo un ejercicio.
La idea es no limitar el conocimiento a un libro y a un ejercicio. Refrescar ciertos conceptos, ayudarles a estudiar y, sobre todo, evitar que se aburran son medidas muy beneficiosas que repercutirán directamente en su forma de ver los deberes.
Los niños aprenden de forma distinta y suelen emplear otro tipo de recursos para grabar un concepto en su memoria. La imagen, el sonido y los medios más actuales serán una buena manera de estimular su aprendizaje. No olvides que hay que ir dando una de cal y una de arena para lograr su bienestar y su felicidad.
Así que ya sabes, intenta basarte en la creatividad, en la originalidad y en todo tipo de dispositivos para conseguir que hagan los deberes, pero casi sin darse cuenta. A buen seguro, evitarás discusiones, rabietas y situaciones similares que podrían terminar por convertir tus vacaciones en una bronca continua. ¿Te animas a conseguir que tus hijos dejen de quejarse cuando hacen los deberes?
