Hoy en Dial
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La pregunta tiene su guasa. Si estás enamorado totalmente de la otra persona, es más que probable que ya hayas cometido alguna que otra locura, que hayas discutido, que te hayas reconciliado y que hayas disfrutado, en todos los sentidos, de tu relación. ¿Por qué se tiene que acabar algo tan bonito?
Las películas románticas nos han hecho un daño terrible. Todos pensamos que el amor nunca termina y que se puede estar en ese estado de atontamiento mental durante toda la vida, pero no es así. Algunos deciden comprar los sentimientos de la otra persona para lograr alargar esa primera etapa de la pareja, pero es imposible.
Y no lo decimos nosotros porque te queramos amargar la vida. Lo comentan los científicos. Es más, incluso afirman que una persona puede enamorarse de otra en 82 segundos. Sin embargo, nos recuerdan que, con mucha suerte, el enamoramiento te podrá durar un máximo de tres años.
Los motivos para llegar a esta conclusión son los siguientes:
– En tres años tienes tiempo más que suficiente para descubrir cómo es tu pareja en realidad. Lo que al principio te parecía una maravilla y te enamoraba, quizá no sea igual pasado cierto tiempo.
– Las discusiones no tardan en aparecer. Pasada la primera etapa de pura pasión, ya me entiendes, llega el momento de hacer algo más que pasarlo bien. Cualquier decisión, por nimia que parezca, puede convertirse en la mecha que incendie la relación.
– Quizá no haya nada más que atracción física. Pasa como cuando en verano hace mucho calor y ves un vaso de agua. Te lo bebes rápidamente y luego otro, pero ¿estarías más de tres años bebiendo agua? La atracción física del principio se va calmando y la verdad empieza a salir a flote.
Pasado el enamoramiento es cuando empieza el amor de verdad. Es decir, esa persona que te alteraba las hormonas también se ha convertido en un/a compañero/a de viaje. La amistad, la complicidad, el compartir los mismos gustos y el apostar por un estilo de vida determinado une mucho más que lo que hagáis sobre las sábanas.
Entre los consejos más prácticos para lograr disfrutar del amor destacaríamos los siguientes:
– Comunicación ante todo. Ni tus amigotes, ni tu familia, ni nadie puede ayudarte a solucionar mejor tus problemas de pareja que la otra persona. Pienses lo que pienses díselo, habla claro y buscad una solución en común.
– No te olvides de los detalles. Si antes de ser tu pareja no dudabas en tener detalles con él/ella, ¿por qué años después has dejado de sorprenderle o de enviarle mensajes bonitos? Cualquier cosita puede alegrarle el día y mantener la llama encendida.
– La pasión siempre presente. Aunque la ley de la gravedad haya hecho su efecto, sigues siendo la persona con la que la otra parte quiere estar. Es posible que quizá pienses que no le apetece tanto como antes, pero ¿qué pasaría si él/ella pensara lo mismo de ti? No olvides nunca que tener relaciones es uno de los pilares de tu pareja. A veces, una velada erótico-festiva por sorpresa te podría sorprender con sus resultados.
Volviendo al título de este artículo, podemos afirmar que el enamoramiento sí tiene fecha de caducidad, pero que el amor no la tiene, siempre y cuando cada miembro de la pareja se esfuerce lo suficiente. De hecho, la vida con amor es mucho más completa y bonita. Pon estos consejos en práctica y disfruta todo lo posible con tu pareja.
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