Lo ves a diario: famosos de todo tipo se dedican a maldecir su existencia y tienen más problemas que una gestoría. Todo parece indicar que el dinero no da la felicidad aunque ayude a conseguirla. Lo sabemos; puedes ser secuestrado, quizá no sepas escoger el coche que mejor combina con tus zapatos y puedes hartarte de dormir en hoteles de cinco estrellas, pero ¿a que te gustaría tener estas preocupaciones?
El dinero sí da la felicidad
Esta filosofía es de las más confirmadas por los que no tenemos ni dónde caernos muertos. El problema reside en que la felicidad como tal no existe, sino que se trata de un conjunto de sentimientos y experiencias. No es solo dinero, sino también una estabilidad mental que no parece fácil alcanzar con un montón de millones de euros en el banco.
Ahora bien, a nadie le amarga un dulce. Cualquier persona con problemas económicos tiene claro que, una vez resueltos, su vida sería mejor. De hecho, los científicos confirman que una cuenta corriente saneada es sinónimo de felicidad aunque añaden un interesante matiz: el dinero compra la felicidad. Así que se entra en una nueva fase personal en la que seguirán los problemas, de otro tipo, pero problemas.
¿Puedes ser feliz sin dinero?
Es posible que pienses que no, pero te equivocas. Si no te lo crees mira a tu perro. No tiene ni un céntimo y vive como un rey. «¡Claro!», te dirás, pero yo lo alimento y le doy todo lo que necesita. De acuerdo, pero ¿qué piensas de los pájaros que tienen que buscar comida, hacerse el nido y aun así siguen cantando? Recuerda que el dinero se usa solo para comprar algo, por lo que, sin dinero, entiéndase el símil, puedes ser feliz.
Tus abuelos lo fueron, tus padres también y hace cuarenta años no había demasiados millonarios. Y es que poder permitirte una mariscada de vez en cuando o un viaje de placer vas a paladearlo mucho mejor que si lo haces a diario.
Sí, entendemos que no quieras hacerlo de vez en cuando, sino cada vez que te apetezca, pero los millonarios de este país lo son porque no dejan de trabajar día a día durante un montón de horas.
¿Y los futbolistas? Es posible que trabajen menos, pero llevan toda una vida de sacrificio para convertirse en estrellas. Es decir, si lo que te gustaría es ser millonario en lugar de esperar a que te toque la lotería, quizá deberías comenzar a trabajar intensamente para conseguirlo.
También indican varios estudios científicos que el dinero no les da la felicidad a las mujeres. Además, si te paras a pensar, por mucho dinero que tengas lo único que no podrás comprar jamás es más tiempo para vivir. Se ha confirmado que una de las obsesiones de los nuevos millonarios es ahorrar tiempo para lograr tener una vida mejor.
Ahora ya sabes los pros y los contras de tener todo el dinero que te apetezca. A veces, el lujo y los buenos momentos no se encuentran tanto en un coche o en una mansión como en tener a una persona al lado que te ayude a llevar tu vida de la mejor manera posible.
El tiempo te enseñará que este viaje que haces en solitario no depende solo del dinero. La felicidad es una conjunción de elementos que no se pueden comprar, pero que debes encontrar y escoger para que tu existencia sea más llevadera y placentera. Busca lo que necesitas para ser feliz y vive tu vida al máximo.
