Cualquier tiempo pasado fue mejor. Agarrarte a esta frase significa rendirte. Y más, hablando de sexo. Sí, cuando os conocisteis en aquella fiesta el mundo se paró. La primera vez que lo hicisteis se alinearon los planetas y llovió purpurina. Ahora, el dichoso estrés y las obligaciones diarias (el trabajo, los niños…) parecen haber construido un muro entre ambos en vuestra cama.
Derribar esta barrera resultará más sencillo de lo que crees. Tan solo has de seguir unos trucos que estimularán tus relaciones. ¡Creemos en la resurrección sexual!
Exterioriza lo que piensas. Expresa tu malestar si no estás de acuerdo en la frecuencia o en la intensidad de vuestros encuentros. Callarse solo empeorará las cosas. Trabaja la complicidad para alentar las ganas. ¡Funciona!
Un disfraz atrevido, rociarle el cuerpo de chocolate, practicar una nueva postura… Prueba todos los juguetes sexuales que estén a tu alcance. Se trata de ahuyentar la monotonía y que cada momento caliente resulte diferente al anterior.
¿Cuánto hace que no os dais un buen morreo? Con un beso en condiciones (con sus mordiscos, apretones y susurros incluidos) la temperatura irá subiendo. ¡Cien por cien garantizado!
Los preliminares ideales. Quizá no tienes en mente provocar un instante sensual, pero acabará siéndolo. Tu aliado será el aceite. ¡Lo tienes hecho!
En la encimera de la cocina, en el sofá, sobre la alfombra o en el armario, ¿qué más da? La casa es muy grande, ¿por qué el sexo en vuestro domicilio tiene siempre la misma sede? Así, normal que os aburráis.
Si os lo curráis, encontraréis un hueco en vuestras ajetreadas vidas. Un aquí te pillo, aquí te mato en la ducha te resultará placentero. Y el sexo rápido es igual de válido, ¿eh?
Que la ñoñería no tiene nada que ver con el deseo sexual es una afirmación errónea. Tú ponle una película romántica, dile algo bonito al oído o regálale una flor. ¡Comprueba qué pasa y luego me lo cuentas!
Eres lo que comes. Si te atiborras a frituras, bollos de crema y pizzas con siete ingredientes, te encontrarás tan pesado que lo último en lo que pensarás será en tener sexo.
El deporte reactiva todo tu ser. Trota un poco, pasea, anda en bicicleta… No hace falta que te conviertas en Rafa Nadal. Con unos simples ejercicios, tu libido se elevará.
Si no es hoy, será mañana. Lo importante es iniciar el contacto. Con el tiempo, viajarás de nuevo al cielo.
Y como recomendación general: no compares tu relación actual con el comienzo. Esto no significa que tengas que conformarte con vivir un matrimonio o un noviazgo consolidado sin gozar entre las sábanas. ¡Por supuesto que no! Los magreos de antaño rebosaban pasión a raudales, veías las estrellas y caminabas sobre las nubes entre fuegos artificiales y confeti. Vale, puede que esta guerra la ganen aquellos coitos, pero la complicidad que os han regalado los años convierte a vuestros encuentros íntimos actuales en incomparables.
En vuestra mano está recuperar la intensidad de otros tiempos. Siguiendo estos consejos, vuestro acaloramiento irá subiendo de nivel. La llama volverá a encenderse y quizá nunca se acabe. Este es un buen momento para empezar a prenderla, ¿no crees?
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