Trabaja de pie y quema más calorías

Redacción Cadena Dial

Ir al trabajo no es como ir al gimnasio. Seguramente, a tu jefe le gustará poco la idea de saber que piensas en adelgazar cuando estás en la oficina. Si alguna vez te has preguntado si se pierde más peso al trabajar de pie o sentado. En este post, encontrarás la respuesta.

Observa esta cuestión de la elección de la postura laboral no solo en términos de comodidad personal, sino también, en términos de peso ideal. ¡Seguro que te sorprendes!

Hacer gimnasia en la oficina

Según un estudio elaborado por una prestigiosa universidad, no compensa realmente el esfuerzo añadido de hacer las tareas de pie en el despacho. ¿Por qué motivo? Solo gastarás dos calorías más respecto a la alternativa cómoda y agradable de estar sentado en tu silla durante un periodo de tiempo de quince minutos.


Si además de ganar un sueldo por tu trabajo pudieses encontrar en la oficina los beneficios del gimnasio, eso ya sería el paraíso. Entre otras razones, porque es muy posible que con tus largas jornadas de empleo te quede poco tiempo libre para salir a hacer deporte.

Sin embargo, pese a que la diferencia entre estar sentado o de pie en la oficina es poco significativa en términos de pérdida de peso, aquello que sí es verdaderamente significativo es el cambio de postura, puesto que es en este gesto de movilidad corporal en el que inviertes un mayor gasto energético. Y, además, este cambio de postura también es saludable para potenciar el bienestar físico…¡y que no se te agarroten las piernas!

Por eso, ten en cuenta que no debes sentarte a las 8 en esa silla y permanecer en esa postura hasta que, quitándote el polvo de encima, la señora de la limpieza te invite a abandonar la oficina a eso de las 7 de la tarde. No tengas una posición fija, sino que ve cambiando a medida que te vayas sintiendo incómodo. Si te está rondando la cabeza la idea de trabajar de pie, piensa que necesitas una mesa en condiciones, ya que la que tienes estando sentado te obligará a estar chepado todo el día, y eso, amigo, es contraproducente.

Generalmente, se asocia el sobrepeso con la tendencia de estar sentado durante la mayor parte del tiempo en la oficina. Pero, a lo largo de la jornada puedes encontrar distintas excusas para romper esa inercia. Por ejemplo, levántate y haz recados. O, también, realiza algún estiramiento cuando vayas al baño.

Gimnasia física y mental

El trabajo nunca es como ir al gimnasio, lo sabes por tu propia experiencia. Tus motivaciones son distintas en uno y otro momento. La ropa y el calzado que usas para ambos planes también es diferente. Sin embargo, la idea de intentar encontrar un punto en común entre ambos planos tan diferentes puede convertirse en una motivación laboral añadida para combatir la rutina profesional.

Porque durante tu jornada laboral sí haces mucha gimnasia mental al realizar las gestiones, memorizar datos, elaborar facturas y presupuestos, solucionar problemas y entregar los proyectos en el plazo previsto. Si haces gimnasia mental, ¿por qué no puedes ponerte también en forma física?

¡Los cambios de posición en la oficina pueden ser un buen ejercicio de fitness cotidiano y sencillo! La esencia natural del cuerpo es la actividad, no la quietud permanente. Por esta razón, mueve tus neuronas y también, tus músculos.

Estilo de vida saludable

La oficina se convierte en tu propio gimnasio si además de practicar ejercicio también disfrutas de una dieta equilibrada cada día. Porque, al margen de cuál sea tu sector profesional, la meta del bienestar es un objetivo vital para ti.

Por tanto, activa tu cuerpo y tu mente en la oficina, que sí que es posible.

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