Ambos comparten frecuentemente su felicidad a través de las redes sociales, aunque bien sabemos que a veces ser padres conlleva lidiar con asuntos más preocupantes. Y Natalia no ha querido ocultar esta parte de la maternidad.
Los primeros meses de vida son muy importantes para detectar cualquier anomalía en los pequeños, y señales como la pérdida de peso pueden ser importantes, por eso no es de extrañar el susto que se llevó la actriz al comprobar que su hijo Neo había perdido 550 gramos.
«Que un recién nacido pierda peso es de las cosas que más nos aterra a los padres porque puede ser grave, porque es un tema delicado sobre el que, para variar, todo el mundo opina«, expresaba esta en una publicación de Instagram.
A esto, además, le suma el tema que ha estado sobre la mesa esta última semana: la lactancia materna. Porque cuando un bebé pierde peso y se alimenta de lactancia materna, la mamá en cuestión tiende a sentirse culpable. «No tengo leche«, «no valgo» o «no soy suficiente» son algunas de las frases que destaca la actriz en el mismo post, y las cuales señala como fruto de la incultura que hay respecto a la lactancia.
«Lo llevé al pediatra y, efectivamente, había dejado de ganar 550 gramos«, continuaba esta, la cual momentáneamente se puso en contacto con una profesional de la lactancia con la que llegó a la conclusión de que el problema estaba en que le había bajado la producción de leche fruto del estrés, el no comer y el no dormir.