Por el camino, encontramos canciones a corazón abierto como la balada “Te han visto llorar” y el medio tiempo “Que alguien me lo explique”, en las que Antonio José se revuelve contra el dolor. Ese mismo tono se impone en “Tal vez”, a dúo con la leyenda de la música mexicana Alejandro Fernández, uno de sus modelos artísticos. No es la única colaboración estelar del disco.
La trepidante “Lo que hará mi boca” –junto a Morat– promete ser uno de los puntos álgidos de sus próximos shows y se perfila como clásico inmediato de un repertorio al que se suman otras piezas imprescindibles con “No fue en vano” –a medias con otra figura esencial del pop colombiano, Andrés Cepeda– y “Por mil razones”, tema que articula todo el relato del disco a modo de bisagra y materializa ese despegue personal entre irresistibles arreglos de metal empapados de Caribe.
Atentos también a la pletórica celebración vital de “Te quiero tanto”, combinando patrones rítmicos de tendencia latina y urbana, con la tradición flamenca de su querida Andalucía. Y ojo a la delicadeza con que plantea “Olvidarte”, junto al dúo venezolano Sanluis, en una de las interpretaciones más emotivas de su carrera.
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