Empezar de cero es muy complicado por la incertidumbre que supone dejar a un lado nuestra casa o las personas a las que queremos. Pero como se suele decir: “quien no arriesga no gana”, y muchas veces hace falta arriesgar. Si el esfuerzo es grande, la recompensa lo será todavía más. Nunca es tarde para darle un giro radical a nuestra vida si creemos que lo necesita. Quedarse con las ganas es la peor opción posible.
Asun vivió una infancia muy complicada y se casó a los 19 años sin saber muchas cosas. Su matrimonio no funcionó demasiado bien y terminó divorciándose. Tiempo después conoció al hermano de su cuñada y comenzaron una relación. Él es muy controlador e interviene mucho en la vida de Asun, pero siempre consigue reconquistarla con pequeños detalles. Llevan más de 20 años juntos y aunque viven bajo el mismo techo duermen en camas separadas. Asun ya no aguanta más y ha pedido un préstamo para irse de casa