Cacerolas como nuevas en un minuto

Recuperar el brillo es mucho más sencillo de lo que crees

Ana Más

Seguramente las ollas y cacerolas que tengas en casa sean de acero inoxidable, un material con el que te aseguras de que duren muchos años en perfecto estado. Pero lo que no podemos evitar es que pierdan brillo debido al uso que les damos o a la calidad del agua.

Aunque no lo creas, es fácil recuperar ese brillo y además puedes hacerlo con un producto que solemos tener en casa. No te llevará más de un minuto.

El ingrediente en cuestión es el vinagre blanco, vinagre de manzana o vinagre de limpieza. Si aplicas unas gotitas a la olla y la friegas notarás cómo recupera su brillo inicial.


No hace falta que lo hagas cada vez que las lavas, solamente de vez en cuando. Además, no solo conseguirás que recuperen el brillo, también conseguirás desinfectarlas, ya que el vinagre es uno de los desinfectantes naturales más eficaces que hay.

Cacerolas y ollas cómo nuevas en un minuto

También es importante saber cuándo debemos renovar este tipo de utensilios en nuestra cocina. Lo normal es que acabemos con un montón de cacerolas de distintas marcas y tamaños, desparejadas y de las cuales tan solo acabamos utilizando un par.

Es un utensilio que puede durarnos años y años y por eso conviene hacer una buena inversión en ellas. En el mercado las hay que sirven para usar en vitrocerámica y para asar en el horno, hazte con un par de ellas y estarás encantad@.

Es muy importante renovarlas cuando estén muy gastadas porque pueden desprender plásticos tóxicos o metales pesados que son dañinos para nuestra salud y contaminan los alimentos. Por eso los expertos aconsejan renovarlas cada año, aunque todo depende del uso que les demos y de cómo las cuidemos.

Si notas por ejemplo que han perdido sus propiedades antiadherentes, es mejor deshacernos de ellas ya que el calor no se repartirá por igual y los alimentos se pegarán.

Elimina la suciedad incrustada

 

Un truco para acabar con la suciedad incrustada es ponerla a remojar con agua caliente y después de unos minutos echarle jabón. Por último frota con una esponja suave. Ten en cuenta además que la alternativa más saludable es la cerámica, pero incluso este material con el tiempo también se desgasta.

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