En el tema del día hemos preguntado por el tiempo máximo sin dormir y la primera sorpresa nos la ha dado Javier, que se tiró 48 horas seguidas por no recibir el relevo de su compañero de trabajo: «No había en aquel entonces móvil y no podía contactar con nadie», nos contaba.
Uno de los motivos principales de este récord son las fiestas del pueblo; y si no, que se lo digan a María y a Mireya. La primera unía sus jornadas de trabajo con las fiestas de Córdoba, mientras la segunda llegó a durar cinco días solo por si pasaba algo en la plaza.