Recuperar el contacto con gente del pasado es una sensación maravillosa, sobre todo si es inesperado. Miguel Rimero está buscando a las personas con las que compartió la experiencia del servicio militar en el Cuartel General del Ejército de Tierra en Madrid en 1986. A través de un grupo de Facebook, Yo hice la mili, ha lanzado su fotografía bajo el titular de: “¿Alguien me reconoce?”.
De momento no ha encontrado a ningún compañero, pero está compartiendo y conociendo historias maravillosas de otras personas que hicieron la mili. “No pierdo la esperanza”, aclara. Uno de los administradores del grupo, César Heras, sí que ha conseguido localizar a algunos de sus compañeros gracias a una fotografía en la que salían varios jóvenes en la mesa comiendo y bebiendo. Lo ha contado en nius diario.
Todos aseguran que sienten nostalgia al recordar todos esos momentos con gente que al principio eran auténticos desconocidos. Viven el reencuentro con sus compañeros como un momento mágico lleno de sonrisas y buenos recuerdos. “Se creaba una camaradería difícil de continuar al terminar”, confiesa César.
Antiguamente no existían las redes sociales para poder intercambiarse los usuarios o números de teléfono. Por eso lo bueno de esta página es poder reencontrarse después de tantos años y tanta vida.
Facebook consigue reunir a antiguos compañeros de la mili
Cada vez hay más personas que utilizan este buscador para intentar reconocer a antiguos compañeros. Hay amigos que 50 años después se han reencontrado y ahora hacen planes gracias a que no viven muy lejos. Pero no solo eso, para los que todavía no han conseguido encontrar a su amigo del alma durante esa etapa, han dado testimonios muy bonitos. Un comentario en concreto ha llamado mucho la atención: “Yo me he reencontrado a mi mismo, he vuelto a encontrar a aquel chaval de 18 años que se había perdido en mi memoria”.
Recordar el pasado con ilusión y recordar de donde venimos es algo que no hacemos muy a menudo, pero que nos viene fenomenal. El cometido de este grupo precisamente siempre fue hacer felices a las personas que llegasen a él.
