Perdonar no siempre implica dar una segunda oportunidad, pero si decidimos hacerlo es porque confiamos plenamente la otra persona. Por mucho que nos ciegue el amor debemos pensar fríamente si la merece o no. Aun así, siempre existe la posibilidad de que nos equivoquemos y la otra persona vuelva a jugarnos una mala pasada.
Jose lleva 30 años casado. Hace 2 su mujer le dejó y se fue, pero 4 días después se arrepintió, le pidió disculpas y volvieron. 3 meses después la historia se repitió. Sus planes de futuro se paralizaron, y la mujer de Jose volvió a disculparse pocos días después. Empezó a ir a terapia y las cosas parecían mejorar. Últimamente, Jose ha notado que su mujer duerme demasiadas horas y es muy fría con él. Supuso que sería por la medicación, al parecer ella ha dejado de hablar con su terapeuta. Finalmente averiguó que llevaba 2 años manteniendo otra relación y que se acostaba con un amigo desde hace 4. Se siente decepcionado y utilizado.