La Dirección General de Tráfico (DGT) tenía previsto sustituir los triángulos de emergencia que los conductores debían utilizar para avisar de una avería en carretera. Los triángulos serían sustituidos por luces de emergencia, de acuerdo al Proyecto de Real Decreto del Auxilio en Carretera. Sin embargo, se acaba de retrasar la fecha dos años, hasta enero de 2026.
Con este plan de reforma de la circulación vial, deberemos esperar a 2026 para dejar en el trastero los triángulos de emergencia y hacernos con señales luminosas para nuestros vehículos.
Es, según el organismo, una buena forma de evitar accidentes provocados cuando los conductores se apean del coche para poder colocar sobre el asfalto los triángulos.
Para la Dirección General de Tráfico este es un riesgo que no se necesita correr cuando existen otra serie de instrumentos que alertan de la incidencia en la carretera sin necesidad de bajar del vehículo.
Estos nuevos dispositivos serían similares a lo que utilizan los coches de policía secreta y se pegan con un anclaje magnético al techo simplemente sacando la mano por la ventanilla.
Esta luz es visible a una distancia de un kilómetro, aproximadamente -incluso, en condiciones de baja visibilidad-. Funciona con pilas o batería, no necesita cables. Es más, contará con conexión bluetooth y enviará una solicitud de asistencia cuando sea activada.
El Proyecto de Real Decreto del Auxilio en Carretera deberá de ser aprobado a lo largo del primer trimestre de 2021. Estas luces de emergencia V-16 serán obligatorias a partir de enero de 2026.
Además de evitar que los conductores salgan del coche y caminen por la calzada, la luz V16 permitirá, mediante un sistema informático operado por Tráfico, informar al resto de vehículos sobre el punto exacto en el que se encuentra activa la señal del vehículo averiado.
Según la DGT el año pasado hubo 117 personas que fallecieron en diversos incidentes en la vía: casi todos con la misma casuística. Se bajaron del coche tras una avería y sufrieron un atropello. Muchos de ellos tampoco llevaban chaleco reflectante.
Además del enorme riesgo que corren, pocos conductores colocan el triángulo correctamente y a la distancia requerida. El viento puede tirar los triángulos y la lluvia o la nieve dificultan su visibilidad.
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