Beatriz Luengo

Las lágrimas de Beatriz Luengo: «He tenido amenazas de todo tipo»

La artista ganaba el Grammy Latino por Patria y vida

Noelia Bertol

Este jueves Beatriz Luengo subía al escenario de los Grammy Latinos para recoger el premio a Mejor canción del año por Patria y vida, el tema en el que trabajó junto a su pareja, Yotuel, y otros artistas cubanos como el dúo Gente de Zona y Descemer Bueno. Una canción que habla de la lucha del pueblo cubano y con la que trataron de darle voz a aquellos que no la tienen.

En su intento por lanzar un grito de libertad estos se toparon con una ofensiva que buscaba silenciarles y ‘castigarles’. De esta manera, el videoclip oficial de la canción desapareció de YouTube y, lo que es más grave, Maykel Osorbo, rapero que también participó en el tema, fue perseguido y entró en prisión. De igual manera, a Yotuel le prohibieron la entrada a su país.

Por eso, el premio que Beatriz Luengo recogía esa noche era muy especial y no pudo contener las lágrimas al recordar todo lo sufrido desde la publicación de la canción. Un tema que, pese a todo, el pueblo cubano ha convertido en himno.


 

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El ‘infierno’ de Beatriz Luengo

 

«Ayer escuchando a Rubén (Blades) me di cuenta de lo bonita que es la música cuando está puesta al servicio de las causas sociales. A darles voz a los que no tienen voz. Patria y Vida es una canción que habla de eso«, expresaba esta visiblemente emocionada.

Despojada de toda contención, la artista española dejaba que sus lágrimas formaran parte de ese bonito momento: «Lloro porque no se pueden imaginar de lo que hemos sufrido. Yo, como mujer compositora, he tenido amenazas de todo tipo (…) La canción molestó muchísimo y solo habla de derechos humanos. He tenido amenazas personales con mi niño recién nacido, yo no sabía que nos enfrentábamos a nada más que la música y pedir libertad por los que no tienen voz

Un homenaje a Celia Cruz

 

Beatriz Luengo no quiso tomar partido en primera persona por la lucha cubana, «quiero ser muy respetuosa y no hablar en primera persona porque creo que les corresponde a los cubanos«, de modo que aprovechó el lugar y el momento para destacar la labor de numerosas artistas femeninas que abren el camino a otras «en la categoría urbana, que tan difícil es para las mujeres«.

Así mismo, dedicó el premio a aquellas «que han puesto el arte al servicio de la libertad de expresión«, concretamente a una de ellas, Celia Cruz, una artista que vivió el exilio en sus propias carnes.