Como si se tratara de un cuestionario, el hombre estaba muy interesado en saber cómo se llamaba nuestro compañero, desde dónde llamaba (lo ha tenido que repetir también unas cuantas veces) y el motivo de la llamada. «Quiero enamorarme de ti más», le insistía el bailarín de Brasil.
Nadie diría que no estaba entregado el atrevido en esta nueva bromita telefónica, sobre todo con todos los argumentos que ha tenido que sacar Paolo para cautivar a su chico: Que si enamorarse, que sí le quería, que si tirarse todo el día en la cama, que si darse besos…
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