Este estaba disfrutando de un atardecer en la playa de San Antonio, en Ibiza, sentado sobre unos escalones con las manos apoyadas en el suelo, cuando de pronto sintió que algo le había picado en la mano, aunque no alcanzó a ver de qué se trataba.
El joven no le dio más importancia hasta que esa madrugada se despertó a las 5 de la mañana con «una fuerte quemazón«, tal y como recogía Diario de Mallorca. Su mano se comenzó a hinchar y algunos dedos a gangrenarse.
Fue entonces cuando decidió acudir al hospital en la isla, donde estuvo ingresado durante dos semanas mientras los médicos valoraban qué podría haberle causado tal reacción. Tras varias pruebas estos determinaron que se trataba de la picadura de una araña reclusa marrón.
Este ha regresado a su país, donde será intervenido para amputarle dos dedos de una mano, aunque no se descarta que sean más dado que el efecto del veneno logró extendirse por su mano.
Aunque la picadura de una araña reclusa marrón rara vez son mortales, lo cierto es que es recomendable recibir atención médica rápidamente, pues podemos mitigar los graves efectos que esta pueda tener en nuestro organismo.
Si te pica este tipo de araña y no tienes un centro médico cerca (ya que estas se encuentran en lugares más bien inhóspitos o poco perturbados), lava rápidamente la picadura con agua y jabón. Si tienes a mano hielo, aplícalo sobre la zona afectada para evitar el hinchazón.