Solo necesitas tener a mano lápiz y papel, ya que en este método escribir a mano ayuda a interiorizar el proceso. La clave del método es llevar un control de lo que ingresamos y gastamos en una agenda o libreta de cuentas para el ahorro doméstico, aunque también puedes utilizar una libreta normal. El objetivo es ser conscientes de lo que gastamos, en qué lo gastamos, cómo lo gastamos y cuándo.
Al llevar este control de gasto tan exhaustivo, seguramente te sorprenderá todo el dinero que gastas en pequeñas cosas a diario del tipo cafés, bolsas en el súper o botellas de agua.
Si te decides a hacer el método Kakebo debes hacerte una pregunta antes de cada compra: ¿Cuál es mi estado emocional en estos momentos?, ya que con bastante frecuencia si estamos tristes o estresados recurrimos a las compras para calmar nuestra ansiedad o rebajar nuestra tristeza o aburrimiento.
Tal y como explican desde la web de laSexta, «un estudio de 2014 publicado en la ‘Revista de la Psicología del Consumidor‘ descubrió que comprar causa felicidad inmediata y que incluso puede tener efectos sobre la tristeza residual (persistente).«
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