¿Cuál es el éxito del método danés para criar niños felices?

Dinamarca es uno de los países más felices del mundo, algo en lo que este método seguramente influya

Ana Más

Seguramente te cuestiones a menudo si estás criando a tus hijos dándoles las suficientes herramientas para que en un futuro sean adultos empáticos, felices, cariñosos y exitosos y sobre todo felices. Hace unos días te hablábamos en este sentido, del proyecto Making Caring Common (“Hacer de la solidaridad algo común”), una iniciativa de la Escuela de Educación de Harvard, que basándose en el análisis de estudios científicos han revelado cómo criar niños con empatía y felices.

Otra regla que también se ha vuelto viral en este sentido es regla de los nueve minutos , que consiste en prestarles toda tu atención en tres momentos del día durante tes minutos, que puedes alargar todo lo que quieras. Lo importante es que el tiempo que les dediques sea tiempo de calidad en el que ellos sean tu prioridad y no les prestes atención a nada ni a nadie más.

Hoy volvemos a hablar de un método para criar niños felices, en concreto el modelo danés que propone potenciar la autoestima y el talento de los niños. Y es que Dinamarca es uno de los países más felices del mundo, algo en lo que probablemente esto tiene mucho que ver.


Un método para criar niños felices y que pasa de generación en generación

Son seis las claves de este método danés de crianza que se ha mantenido durante generaciones:

  • E-nseñarles a jugar
  • D-efinir su autenticidad
  • U-tilizar la redefinición
  • C-rear empatía
  • A-prender a no dar ultimátums
  • R-eforzar el hyggie (un concepto danés referido al tiempo de calidad que pasamos con nuestros seres queridos).

Respecto a enseñarles a jugar es esencial dejar a nuestros niños tiempo para jugar, lejos de pantallas, un juego de calidad que les permita disfrutar. El segundo punto, la autenticidad hace referencia a la idea de dejarles ser ellos mismos y no compararlos con nadie. La autenticidad les proporcionará seguridad, para conseguirlo debemos dejarles equivocarse y que lo vuelvan a intentar.

No debemos transmitirles la idea de que  los errores son un reflejo de su incapacidad, así no potenciaremos sus cualidades y sólo daremos lugar a que desarrollen una gran inseguridad, con lo cual se frustrarán y evitarán exponerse a posibles errores.

Además el método danés propone no usar un lenguaje negativo, sino trasmitir una actitud positiva que les ayude a enfrentarse a retos y situaciones complicadas. Esto es la redefinición, todo depende de nuestro punto de vista, nada es blanco o negro.

Los tres últimos puntos son crear empatía, no dar ultimatums del tipo «esto se hace porque lo digo yo», aunque no debemos confundirnos con no poner límites, estos deben existir. Y por último no olvidarnos de pasar tiempo de calidad con ellos y también con nosotros mismos (hyggie).

Una buena guía en este sentido puede ser el libro Cómo criar niños felices de Jessica Joelle Alexander e Iben Dissing Sandah.

 

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