El spot publicitario recoge la historia de una familia que se enfrenta a su primera Navidad sin la matriarca, una ausencia que no es solo un reto emocional para todos, sino también logístico. «Navidad sin mamá no tiene sentido«, expresa uno de los hijos. «Es que ella se encargaba siempre de todo«, responde el patriarca.
Los hijos se ponen así manos a la obra para tratar de hacer que la cena de Nochebuena sea especial, y para ello deciden repartirse las tareas, no dejando a los más pequeños formar parte de esta tarea en un intento de que estos no tengan que lidiar con la ausencia de la abuela.
Todo parece salir bien, excepto que se han olvidado de un pequeño detalle: el turrón. Al parecer este era uno de los detalles favoritos de la abuela en estas fechas, y afortunadamente uno de sus nietos se encargó de esta tarea sin que nadie se lo dijera. Un detalle que nos recuerda que los niños no solo son capaces de percibir lo que ocurre, sino que además les gusta estar implicados y sentirse parte del grupo.
Tras esta campaña está la idea de la agencia Ogilvy, que ha trabajado en ella mano a mano con la guionista Alicia Luna, quien ganó un Goya a mejor guion original en el año 2004 por la película Te doy mis ojos, de Icíar Bollaín.
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