Una familia nuclear disfruta de un paseo por las calles de su ciudad.

¿Qué es la familia? El significado y todas las acepciones de esta palabra

La importancia de la familia y de conocer sus diferentes significados

Teresa Moreno

La familia es un término que hace referencia a un grupo de personas que guardan un determinado parentesco y que viven juntos. Ese parentesco que les une puede ser por un vínculo de pareja, consanguíneo o de cualquier linaje, pero en todos ellos la base reside en que todos los individuos comparten vida en conjunto y están unidos por algún lazo. Además, la familia es uno de los pilares más importantes de la sociedad desde el origen de los tiempos y ha sido testigo de grandes acontecimientos en la historia de la humanidad. 

La palabra familia proviene del latín famulus cuyo significado es esclavo. Algo que no es de extrañar porte antiguamente estos formaban parte de la unión familiar. 

Por lo que el germen de los vínculos que unen esa relación entre parientes son la afinidad y la consanguinidad. En el primer caso, las personas se unen por un interés común convirtiéndose en uno de los lazos más estables de todos y en el segundo, es por la filiación de padres e hijos y otros individuos que descienden del mismo progenitor.  


Un padre juega con sus dos pequeños en casa.
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Aunque en este caso también es importante mencionar el lazo civil, dentro del que se situaría la adopción, que hace referencia a acogimiento en el seno familiar de un bebé, niño o adolescente. Un modelo de familia que también guarda lazos afectivos y legales.   

El significado del término familia también está relacionado con otras concepciones como la convivencia y cooperación entre personas que se sienten unidas por algún tipo de vínculo, tal y como les pasa a las tribus, a los clanes y las diferentes naciones. Todas ellas conforman una unidad familiar mínima, ya que se sienten unidos por un proyecto en común.  

Una mujer acaricia la barriga de su pareja embarazada.
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Pese a que el término familia define que sus miembros conviven bajo las mismas paredes, es importante recalcar que ese vínculo y esa acepción se mantiene incluso cuando estos se marchan del hogar. ¿Por qué? Porque siempre guardarán ese parentesco que les une. Algo que también pasa con la consanguinidad, que en muchas ocasiones no han convivido, pero guardan ese vínculo. 

Sin embargo, estos últimos conceptos aglomeran a mayor número de individuos que las anteriores, ya que la familia es una unidad social mínima cuyo modelo estándar siempre ha sido madre, padre e hijos. Algo que ha cambiado notoriamente en los últimos años abriéndose un abanico más amplio de posibilidades y teniendo en cuenta otro tipo de modelos como las familias monoparentales, familiares de homosexuales con hijos e incluso, familias «reconstituidas», como verás más adelante. 

Los diferentes tipos de familia 

En cualquiera de los casos hay que tener en cuenta la existencia de diversos niveles de parentesco que están estrechamente relacionados con el número de personas que conforman el grupo y de ahí, parten los distintos modelos para definir a las familias.  

Un dato importante a tener en cuenta es que un individuo no puede pertenecer a varios núcleos familiares a la vez. Siempre se tiene en cuenta la situación actual en la que se encuentra. Por lo que llegará un momento que los individuos no pertenezcan al grupo original porque partirán a otro modelo para crear su propio hogar, sea o no con descendencia. 

Una pareja de homosexuales disfrutan de un día con sus hijos haciendo manualidades en casa.
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Familia nuclear 

Este concepto responde al modelo más tradicional: padre, madre e hijos, que se han unido contrayendo matrimonio o convirtiéndose en pareja de hecho. Una de sus principales características es que existe una cooperación económica entre los progenitores, que se encargarán de gestionar y mantener el hogar.  

Normalmente si son pequeñas se denominan familias nucleares temporales porque los hijos se emanciparán para crear su propio hogar. Sin embargo, se ha ido adaptando este concepto a la nueva era incorporando otros subtipos: monoparental, homoparental y adoptivo. 

Por un lado, está la familia monoparental que se constituye con un solo padre o madre y los hijos. En este caso siempre estará marcada la ausencia de uno de los dos adultos debido a diversos motivos, pero muchos responden a decisión propia. 

Madre e hija juegan y disfrutan de un ratio en familia.
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Por otro, se encuentra la familia homoparental que cada vez son más frecuentes y su tendencia ha crecido notablemente en los últimos años. En este caso, las familias se constituyen por adultos del mismo sexo, ya sean hombres o mujeres que desean emprender esta nueva aventura. 

Dentro de este grupo habría que mencionar también la familia adoptiva, en la que no existen los lazos biológicos, pero sí los afectivos y legales, otorgándoles el mismo amor y el mismo derecho familiar; y la familia compuesta, en la que los individuos solo mantienen lazos sanguíneos con uno de los miembros de la pareja.  Este último responde a un modelo de «familia reconstituida».

Como último apunte, se podría incluir la unipersonal, en la que una persona vive sola por diferentes motivos, pero por lo general suele ser por decisión propia. 

Familia extensa 

Este término hace referencia más bien a la relación por consanguinidad en la que se tienen en cuenta otros lazos familiares, que no solo se limitan a los más directos. Hablamos del caso de tíos, primos y abuelos. 

Y, por supuesto, no es necesario que todos convivan bajo el mismo techo, sino que más bien el requisito es que existen lazos biológicos o jurídicos para ser considerados una familia extensa.  

Otro concepto que está irrumpiendo con fuerza es la familia poligámica, que no es muy frecuente pero que sí existe. Se caracteriza por la diversidad de esposos y esposas dentro de la unidad familiar. Cuenta con dos particularidades bien diferenciadas, la poliginia (unión de un hombre con varias mujeres) y poliandria (la inversa, unión de la mujer con varios hombres). 

Todos los miembros de la familia disfrutan de un día de lo más divertido juntos.
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Familia de origen 

Este término hace alusión a un punto de vista más psicológico, concretamente, al núcleo en el que se nace, estando conformado por padres e hijos. Dentro de este grupo se diferencian dos jerarquías. Por un lado, está la horizontal que hace referencia a la relación entre hermanos o entre los mismos padres. Se generan con el nivel de confianza y la complicidad y por estar al mismo nivel dentro de la estructura del hogar.  

Por otro lado, se sitúa la jerarquía vertical que se desarrolla entre padres-hijos e incluso, entre hermanos con diferentes edades, además se desarrollan con los niveles de libertad y responsabilidad.  

La función de la familia 

Como se ha comentado anteriormente, la familia es la encargada de promover los valores desde que son pequeños y es algo que se continúa trabajando en las etapas posteriores. Algo que marcará el desarrollo social y el tipo de sociedad que se forjará. 

Hay que tener en cuenta que una persona no solo recibe el conocimiento en el colegio, sino que también proviene de otros factores externos. Aunque las primeras experiencias con el saber se dan en casa. El comportamiento y el carácter de un individuo se desarrollará en base a la educación de sus tutores o padres y el entorno en el que se muevan influirá sobre su personalidad. 

Las familias que construyen y mantienes lazos fuertes y estables en el tiempo construirán sociedades consolidadas, fuertes y sólidas. Cualquier ambiente disfuncional, en el que exista un ápice de violencia, abuso, abandono, falta de valores o cualquier tipo de conducta inapropiada dará lugar a un ciudadano con problemas y con conductas que atentarán con las normales sociales estipuladas.  

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