Rozalén en su actuación en el evento musical "Dial Únic@s"

Rozalén escribe una carta a su padre, fallecido hace un mes: «Te amo…Tu hija. Tu María»

La elegía llega tras la muerte repentina de Cristóbal Rozalén

Nuria Serena

Ha sido en Instagram. Las redes sociales han servido de altavoz a Rozalén para que las palabras de cariño hacia su padre vuelen alto, muy alto.

Acompañada de una imagen de rosas de distintos colores, la elegía de la intérprete de «El hijo de la abuela», llega un mes después del fallecimiento repentino de Cristóbal Rozalén a los 77 años.

Una triste noticia que ella misma se encargó de comunicar: “Acaba de morir mi padre… Que nunca dejó de cogerme en brazos”


Rozalén, elegía a su padre

Las muestras de cariño que Rozalén ha ido recibiendo durante todo este tiempo han debido reconfortarla. Pero el dolor, la ausencia y la pérdida son difíciles de canalizar.

Por eso, quizá, la mejor forma de hacerlo es escribir. Convertir los sentimientos en palabras… y quizá ponerles música. Seguro que Rozalén ya lo ha hecho.

Esta es la bonita carta que la cantante dedica a su padre en redes sociales.

«Padre mío…
Un mes sin ti.
Y siento que me han arrancado parte de la raíz del árbol que me sostiene. Y siento que de esto no me voy a curar. Que aún me dura el golpe en el pecho y el temblor en las manos.
Como si el pequeño resquicio que quedaba de mi infancia definitivamente hubiese terminado…
Te has ido de golpe, en la madrugada de una noche de luna llena. Te has ido en silencio sin conocer la muerte, a la que tanto temías.
Ahora empatizo más con el dolor, porque me parecen ya tan crueles las leyes naturales de la vida…
Se me ha helado un trocito de corazón tras el beso en tu frente fría mientras acariciaba tu cabello, como cuando era una niña.
Me has regalado los cuatro últimos días de tu vida y no paran de rondarme los mensajes que me lanzabas, como si vinieras a despedirte, como si uno intuyera que está en el tiempo de descuento: “Llevas diez años de trabajo maravillosos María, pero los diez próximos serán mejores aunque yo no los vea…”, “no dejes de escribir que le haces mucho bien a la gente”, “tu hermano y tú siempre unidos”, “qué especial eres al mundo”, “qué orgullo teneros como hijos”, “qué feliz he sido estos días”…
El Francis y yo cogimos una flor de cada ramo, de cada corona que te trajeron para secarlas y recordar siempre cuál debe ser nuestro camino. No cabían padre. No éramos nosotros los únicos que nos sentíamos huérfanos porque eras el hombre que más ‘Te quiero’ decías y lo sentías de corazón. Amabas de verdad… Que hasta en tu despedida hubo abrazos de reconciliación…
….Te voy a echar muchísimo de menos padre.
Pero, aún con esta tristeza te prometo que seguiré haciendo de mi camino algo extraordinario.
Porque tú amabas la vida y cada uno de mis pasos te lo pienso dedicar.
Porque si a mí me duele el mundo es porque a ti te dolía. Y tengo tu boca, tu único hoyuelo y tu apellido es mi nombre.
Porque voy a esforzarme en ser mejor persona para parecerme más a ti y así marcharme algún día como tú te has ido: recogiendo todo el amor que sembraste.
Porque tú querrías verme alegre, gigante, humilde, feliz.
Qué gran privilegio ser tu hija…
Te amo y te amaré siempre papá.
“Más que a los pájaros colorines y al pan tostao”
Tu hija.
Tu María.»

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