Los insectos como parte de nuestra alimentación.

¿Aditivos hechos a partir de insectos? Algunos alimentos que consumes lo llevan

Lo ha descubierto un usuario de TikTok al mirar la etiqueta

Ana Más

En alguna ocasión hemos hablado de la importancia de leer las etiquetas de los alimentos, ya que nos dan información nutricional sobre ellos que van desde su origen, a sus calorías pasando por su composición.

Las etiquetas deben incluir el valor energético, la grasa total y la saturada, los hidratos de carbono y azúcares, las proteínas y la cantidad de sal e incluso existe un reglamento que regula el etiquetado de los productos para proteger nuestro derecho a una información verídica.

Sin embargo leer la etiqueta de un determinado producto lejos de hacer que nuestra compra sea más saludable puede darnos algún que otro susto. Esto es lo que le ha ocurrido al usuario de TikTok, @vicenteandcarla, que fue a leer la etiqueta de un producto con idea de comprobar sus ingredientes y se encontró con que este llevaba algunos aditivos hechos a partir de insectos, en concreto el E-904 y el E-120.


Pero ¿qué son los aditivos y por qué estos llevan insectos?

Tal y como explican desde Huffingtonpost «este usuario ha podido constatar, gran cantidad de productos de la cadena de supermercados Mercadona, contienen alguno de estos dos tipos de aditivos, sobre todo el E-120, que aparecen en la larga lista de ingredientes de alimentos como el jamón york, mortadela normal y con aceitunas o incluso la sobrasada.»

Y lo peor no es que sean aditivos cuyo origen sean los insectos sino que contienen quinina, «un compuesto que se encuentra en el exoesqueleto de los insectos y provoca que nuestro sistema enzimático o no lo reconoce y puede resultar muy perjudicial para el organismo, al no tratarse de un compuesto natural», explican.

Los aditivos o famosos E son sustancias que se añaden para que el alimento dure más o para darle un olor, color y sabor determinados (colorantes, conservantes antioxidantes edulcorantes, potenciadores del sabor). Pueden tener más de una denominación, aunque lo más normal es que aparezcan con la letra E seguida de tres números o con su nombre completo.  Hay más de 400 en el mercado, la mayoría de ellos inocuos.

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