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La Fundación Española del Corazón explica que «el colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano necesaria para el normal funcionamiento del organismo. La mayor parte del colesterol se produce en el hígado, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos». Según la Sociedad Española de Cardiología la mitad de la población tiene el colesterol alto en nuestro país.
Uno de los mayores riesgos de tener valores altos de colesterol es que se desarrollen depósitos de grasa en los vasos sanguíneos que puedan romperse de forma repentina y formar un coágulo que nos provoque un ataque al corazón o un derrame cerebral. Por eso es tan importante mantenerlo ‘a raya’.
En esto juega un papel fundamental llevar una alimentación sana , «sin grasas saturadas y rica en vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas; y practicar ejercicio aeróbico de forma moderada» explican desde larazon.es. A esto hay que añadir llevar un control con analíticas periódicas. Pero también hay algunos síntomas que pueden estar avisándonos de que tenemos hipercolesterolemia y uno de ellos se sitúa en los dedos de nuestros pies.
Lo ha explicado recientemente el cardiólogo de la Clínica Harley Street, Sami Firoozi, en un artículo del Huffington Post en el que habla de este curioso y desconocido síntoma de colesterol alto que puede aparecer en los dedos de los pies: la presencia de uñas quebradizas o que su crecimiento sea lento.
Desde La Razón aluden a la Fundación Británica del Corazón, para explicarlo, «cuando el flujo sanguíneo empeora, el cuerpo no puede suministrar suficiente sangre, nutrientes y oxígeno a la piel y a los tejidos blandos. Esto generalmente ocurre en los pies, ya que están más alejados del corazón».
Y es que aunque sea nuestro médico y, sobre todo, una analítica, los que determinarán si tus niveles de colesterol están por encima de lo normal debemos estar atentos a síntomas como adormecimiento de manos, halitosis, pesadez de estómago, mareos, dolores de cabeza, estreñimiento o problemas visuales y debilidad o fatiga además de hinchazón de los nudillos, las rodillas y la parte posterior de los tobillos y aparición de xantelasmas, que son pequeños bultos amarillos de colesterol cerca de la esquina interna del ojo.
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