Raquel López Vizcaíno, magistrada del caso, apunta la existencia de «indicios racionales de criminalidad» por hechos que llegaron incluso a provocar una «actitud de sumisión total» en su mujer, que incluso «llegó a temer por su vida y su integridad física«.
Tal y como aparece en la causa, el miedo habría hecho que Kina Méndez ocultada «los episodios violentos a las personas que integraban su entorno más cercano, familiar y de amistad«, por no hablar de llevar a cabo una denuncia contra su marido. En medio de toda esta situación la denunciante asegura que dejó su vida en Jerez de la Frontera para llevar a cabo un cambio de aires e iniciar una nueva vida en República Dominicana junto a sus dos hijos pequeños.
Pero parece que en el nuevo destino la situación siguió siendo complicada para Méndez, pues el maltrato en este caso se tradujo en un «ferreo control económico«. Desde la justicia hablan de «asfixia económica» demostrable que habría tenido como fin el de «someter la voluntad» de su mujer aún en la distancia.
MÁS SOBRE: