Los perros y los gatos no tienen la misma capacidad que las personas para regular la temperatura corporal, lo que ya les predispone a sufrir aún más estas olas de calor. Pese a ello, cabe destacar que los perros son más vulnerables que los felinos, puesto que estos sí que suelen salir a la calle.
Aun así, hay que tener especial cuidado. Los expertos advierten de que los animales que más probabilidades tienen de sufrir golpes de calor son los que puedan tener sobrepeso, pelajes más abundantes o los más jóvenes o, por el otro lado, los más mayores.
Pese a que estos sean los más vulnerables, para todo tipo de mascotas hay que tener cuidado a la hora de comer. Se debe revisar que lo hagan despacio y en no en cantidades muy abundantes.
Lo principal es evitar exponer a nuestros compañeros a temperaturas excesivas, lugares demasiado cálidos, con mucha humedad o poca ventilación. Se recomienda que estén bien hidratados y que no salgan de paseo en las horas centrales del día.
Un estudio de la Universidad de Nottingham Trent y del Royal Veterinary College, advierte de que el 57% de los perros que acuden al veterinario por un golpe de calor fallece. Por ello, hay que seguir las instrucciones para cuidar bien de nuestras mascotas, y en caso de sufrir estas insolaciones, es muy importante atenderlo a tiempo para disminuir los riesgos.
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