Los fabricantes van ajustando estratégicamente sus márgenes de beneficio y, aunque puedan sorprendernos con sus grandes rebajas, en realidad estos productos partían desde su venta con precios desorbitados.
En los últimos años hemos llegado a aceptar que un teléfono de gama alta pueda costar alrededor de unos 1.000 euros. Si te paras a pensarlo, hace una década esto nos parecería absolutamente desproporcionado. Como esto es algo que no podemos cambiar, sí que podemos asegurarte que, a medida que nos acercamos al final del año, estos sufren rebajas considerables.
Aunque partimos de precios muy elevados, es una buena noticia, dentro de lo que cabe, que muchos teléfonos móviles suelen sufrir rebajas de un 20 0 30% más o menos. A medida que avanza el año, las marcas líderes presentan rebajas al público considerables como esta, que aún hacen que los fabricantes conserven grandes beneficios.
Estos precios alejados de los iniciales se pueden encontrar en los últimos meses del año sin tener que acudir a hacer las compras el día del Black Friday. Esta cifra del 30% se conoce como la cifra mágica por ser ya habitual en las reducciones de precios de estos dispositivos.
El hecho de que este Black Friday se celebre casi al terminar el año, provoca que muchos fabricantes de teléfonos lancen sus apuestas para el año venidero, por lo que los anteriores modelos presentan rebajas.
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