Al ingresar a las cocinas, los seis participantes se encontraron con cajas misteriosas colocadas en sus estaciones de cocina. Sin embargo, estas cajas eran especiales, ya que frente a ellos se encontraba un espejo que les permitía reflexionar sobre cómo han evolucionado desde el comienzo del programa hasta ahora.
Luego, uno a uno, los concursantes del programa de cocina abrieron sus cajas y encontraron un plato que les recordaba a alguien muy especial en sus vidas. Inmediatamente después, se conectaron a través de videollamadas con sus madres en el caso de Pilu y Álex, y con sus parejas en el caso de Jotha, Eneko, Lluis y Ana.
Hoy despedimos a @anamchef11 a las puertas de la semifinal de #MasterChef. ¡Gracias por todo tu trabajo, esfuerzo y pasión por la cocina! https://t.co/5KB3O2GWnE pic.twitter.com/bXeRs0aceh
— MasterChef (@MasterChef_es) June 12, 2023
En la prueba, los aspirantes tenían que replicar platos especiales para ellos y sus familiares. No obstante, debían aplicar alguna técnica de vanguardia de la que hayan aprendido durante el programa. Los seis concursantes se jugaban un premio único: un mes de prácticas en el ABac, el restaurante de Jordi Cruz.
Tras una complicada valoración de los jueces que alababan los platos de Lluis, Pili y Eneko, era este último quien finalmente se llevaba el premio gordo.
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