Además, es muy importante guardar los alimentos de manera correcta para evitar que desprendan olor, pero si a pesar de todo los malos olores persisten, hay algunos trucos que pueden ayudarnos a eliminarlos.
Alguno de ellos incluso tan sencillo como cortar un limón, pinchar varios clavos aromáticos y meterlo en la nevera. O si lo prefieres es igual de eficaz meter un vaso con medio zumo de limón. Los posos de café también van bien para eliminar los malos olores, para ello bastará con colocar un vaso con café molido o posos de café en el interior del frigorífico. Pero hoy nos detenemos en un truco para el que solo necesitarás un corcho de una botella de vino. Te lo contamos.
Es tan fácil como colocar un corcho en uno de los estantes de la nevera, bien entero o cortándolo en dos o tres trozos que puedes colocar en distintos estantes. Puedes hacer lo mismo en los cajones de tu congelador. Notarás que como por arte de magia los olores desaparecen, algo que se debe a la porosidad del corcho que hace que este absorba la humedad y los malos olores.
MÁS SOBRE: