Parece claro que los mosquitos localizan a sus víctimas «gracias a unos sensores que detectan el olor corporal y, sobre todo, el dióxido de carbono» explican desde eldiario.es. Pero al margen de que les resultemos muy atractivos hay algunos trucos que podemos utilizar para evitar que nos piquen. Te los contamos.
Empezamos por el del ventilador, que precisamente tiene que ver con este dióxido de carbono del que hablábamos. Y es que si colocamos un ventilador en nuestro dormitorio durante la noche dispersaremos el CO2 de la respiración y las sustancias liberadas por la piel, que son las responsables de atraer a los mosquitos. Y es que según explican desde el mismo medio, «sus picaduras están relacionadas con la cantidad de dióxido de carbono que se emite al respirar: cuanta más cantidad de dióxido de carbono y otras sustancias como la que se emite al sudar (ácido láctico), más posibilidades de que piquen.» Desde la OCU se refieren a un estudio de Consumer Report que ha demostrado que este truco reduce entre un 45% y un 60% las picaduras de estos insectos.
Pero hay otras formas de librarnos de las incómodas picaduras de mosquito, como utilizar enchufes antimosquitos, « depósitos de líquido que se calienta, al estar el dispositivo enchufado a la corriente, y se evapora, creando un ambiente con olores que molestan al mosquitos», explican desde El Diario.
Y si ni aún así ahuyentas a este incómodo inquilino siempre te queda la opción de los repelentes de mosquitos, los hay en formato roll on, crema, toallitas y lociones y para que sea eficaz debe servir para varias especies, tener baja toxicidad tópica y poder aplicarse fácilmente. Así conseguiremos alejar a los mosquitos entre cuatro y ocho horas.
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